En los archivos de la jurisprudencia universal quedará para siempre  la famosa ley seca pascual ampliada, que fue emitida hace meses por la presidenta vitalicia del gastronómico, culinario y tragón Virú de los obesos, la doctora Tilsa Lozano. El nombre de Virú o Birú de los gordos es la nueva designación oficial de la patria de la blanca y roja que todavía no llega al mundial de fútbol,  de salón. Dicho dispositivo era lo último que quedaba a esa gestión revolucionaria debido a que todo el país,  de donde lo mejor era emigrar,  había  caído en una glotonería infame. La costumbre de cenar, desayunar, almorzar al mismo tiempo después de las 12 de la noche,  y en cualquier  día, quedó después de los abusos del licor y las viandas del fin de año del 2013.

La aparición de obesos en el momento menos imaginado en todo el territorio de la virulería, fue la alerta que indicaba que tanta predica comidera del tal  Gastón Acurio y los otros cocineros se habían  desviado por los cauces del mal uso del paladar y del  aparato digestivo.  Era un festín peligroso esa bárbara costumbre de alimentarse tan tarde, poco antes de ir a dormir. Pero las recomendaciones de los expertos cayeron  en taza vacía  o en saco roto. Lo más grave era que las comidas normales del día no habían sido suprimidas.  De manera que los viruleros solo vivían para comer.   De esa tendencia gustativa se aprovechó la doctora referida para ganar las elecciones, gracias a la promesa de liberar el consumo de carne de perro que por entones estaba prohibida. Pero la dama no pudo cumplir con su palabra.

La ley seca pascual ampliada no es cualquier dispositivo para salir del paso o para saludar a la bandera.  Es un documento de petardo que  indica la  supresión no solo de algún licor a fin de año, sino la prohibición expresa de engullir cualquier comida, ligera o pesada,  antes o después de las 12 de la noche. El gobierno lozanista castiga con cárcel  a todo aquel o aquella que intente violar la ley desayunando, por ejemplo, a las 4 de la mañana.

 

 

1 COMENTARIO

  1. Entre tantas imagenes de las atrocidades en la epoca del caucho (podrá el distinguido escribidor, distinguir la diferencia entre el caucho y la shiringa?), parece que le han lesionado las neuronas y en las noches de farra (con varias jarras de metanol) se insipira (si inspiración es escribir sobre sus estados mentales medio atrofiados).
    Recomendación: Entrevista mejor a los heroes cuyos bustos estan clavados en la Avenida Mariscal Cáceres, ellos te daran mejores historias y no las alucinadas que escribes cada dia.

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