Ayer se aprobó por insistencia en el Congreso de la República la ley que prohíbe al Estado contratar publicidad con medios privados. Esta norma, propuesta por el congresista Mauricio Mulder, evidentemente ha tenido la bendición y el aplauso de la bancada mayoritaria fujimorista que, a pesar que el gobierno ha salido a decir que interpondrán medidas alternativas o de inconstitucionalidad para no ejecutarla, es evidente que se aplicará por lo menos en los próximos meses, sino años, hasta que seguramente será derogada por otro Congreso.

Mientras tanto vamos a ver cómo se comportan los medios. Por lo menos va ser un experimento social interesante observar el comportamiento de los directivos y las líneas editoriales de los grandes grupos mediáticos quienes son los realmente afectados. En las últimas semanas hemos presenciado cómo diversos operadores, llámese periodistas, han salido a criticar esta propuesta calificándola de dictatorial y abiertamente atentatoria a la libertad de prensa y expresión.

Incluso han salido a intentar demostrar cómo no les afectaría el retiro de esta publicidad indicando que ellos, es decir los grandes medios, viven de la publicidad privada y que los grandes afectados no serían sus negocios sino, básicamente, los medios provincianos pues ellos  sí dependen directamente de este tipo de publicidad que se entrega a través de diversos ministerios, las empresas del Estado y gobiernos regionales y locales.

Pero la verdad es que sí los afecta y de manera directa. Hay un reporte que indica que América Noticias facturó anualmente 50 millones de soles, El Comercio 19 millones, RPP 54 millones, La República 14 millones, Latina 44 millones y Canal N 12 millones, si esto no es ¡lluvia de millones!! No sé a qué se refieren los representantes de estos medios que indican que no los afecta.

Va ser interesante cómo presionan o finalmente cómo sobreviven estos medios mientras se ejecute la norma, porque valgan verdades con la debilidad del gobierno no creo que salga a defender a estos medios y tampoco tendría porqué. El mayor perjudicado obviamente va a ser los escasos contenidos periodísticos que mantienen las cadenas nacionales que es donde se hace más evidente el avisaje estatal. Y ahí realmente está el peligro de la norma pues el periodismo se va ver afectado, pero ojo, al decir periodismo seguramente estarán inmersos los malos, pero también los buenos.

Y si ya iniciaron cierta intervención en el trabajo de los medios que se transparente todo. Por ejemplo una medición tan precaria, poco científica de cómo se realiza los estudios de sintonía tanto en Tv cómo en radios y además por una empresa muy vinculada a estos grupos empresariales, debe ser auscultada sino intervenida. Por décadas el avisaje ha obedecido a estos caprichosos estudios que han escondido arbitrariedades y manipulaciones.

LLAMADA Por ejemplo una medición tan precaria, poco científica de cómo se realiza los estudios de sintonía tanto en Tv cómo en radios y además por una empresa muy vinculada a estos grupos empresariales, debe ser auscultada sino intervenida.

elescribidor3@hotmail.com