El viaje de vuelta no es tan sencillo como parece. Ultimar los detalles, gestionar los momentos, digerir las esperas burocráticas es todo un reto para la paciencia. Los trámites deben enlazarse con otros. Cada paso es un nuevo conocimiento. Es una manera de aprender, así me comenta mi amigo Manel preparándose para su vuelta de Chile. Es la filosofía de él que siempre señala que en las buenas y en las malas, aprendemos. Manel lleva más de veinte años en España, luego de muchas dubitaciones ha decidido volver a su añorado terruño por Valparaíso. Habla con cierta nostalgia de su tierra, de lo que desearía hacer y sembrar, de sus hermanos y hermanas, de su hija. El vivirá en contrapunto: una hija en Chile y otro hijo en España. Su duda es si volvería otra vez a aclimatarse en su país, es un miedo que todos y todas que volvemos tenemos, además, es muy humano y moral – es que la vuelta tiene muchas aristas. Aunque él ha demostrado que tiene gran capacidad de resiliencia. Aquí en este lado de la península aprendió y sensibilizó su gusto por el vino, gran catador. Con su bicicleta y cámara fotográfica iba haciendo viñetas de sus paseos. Es un eximio bailarín de tango y de otros bailes como la salsa, lo practica con ahínco, en cambio, yo soy muy patoso y con poca gracia como él lo baila. En las comidas extrañaré el pebre que me hacía cuando me invitaba a cenar. Eran largas conversaciones sobre la vida, de la política, de los amores y desamores, del exilio y sus sabores. En los últimos meses luego de la decisión de volver también, casi en paralelo, ha hecho un viaje más introspectivo. Se ha alejado de entretenimientos mundanos como el fútbol – aunque su corazón es culé aunque él diga que está equidistante con este deporte que se ha pervertido. Su relación con la política también ha cambiado, y mucho, es más reflexivo. Antes era de una ardorosa y ciega pasión, seguro que la sigue pero más a la distancia. También es cierto que tiene otros apuros. Es verano en Madrid y mientras hablábamos de las mil circunstancias de la vuelta me comentó una situación que muestra la sencillez de Manel. No es de excesos. Me dijo que vino con una maleta de Chile y con una maleta se prepara para volver. Ligero de equipaje como decía el poeta.

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