Escribe: Jorge Martín Carrillo Rojas

A una semana y tres días que conozcamos al nuevo campeón del Mundial Rusia 2018, las aspiraciones que vuelva la copa a Sudamérica se ha reducido a tan solo dos selecciones: Brasil y Uruguay, dos seleccionados que saben lo que es alzarse con el primer lugar.

Yendo a nuestra realidad futbolística, el ahora ex entrenador de la selección peruana Ricardo Gareca, ha dicho en conferencia de prensa que es libre, que está en potestad de evaluar propuestas y se sobre entiende que entre ellas tendrá una de la Federación Peruana de Fútbol, que seguro será evaluada, luego de un descanso obligado del argentino.

Y mientras el mundial entra en su recta final, la ciudad de Yurimaguas, capital de la provincia de Alto Amazonas, fue noticia por la entrega de la mega obra del hospital “Santa Gema” al Gobierno Regional de Loreto. No se ha inaugurado, como por ahí se ha dejado entrever. Hay un mes, desde el pasado 28 de junio, para que luego de las pruebas y verificaciones de los equipos modernos con que cuenta este nosocomio, sea inaugurado oficialmente. Con la presencia del presidente de la República, Martín Vizcarra, se espera.

Los yurimagüinos, luego de cuatro años que demoró la construcción y un tiempo más en ponerse de acuerdo en dónde debía levantarse la infraestructura, hoy, finalmente, tienen un envidiable y modernísimo hospital. Pero más allá de la magnitud de la obra, lo que se debe demandar es que los servicios que se brinden estén a cargo de profesionales en todo orden de cosas y brinden atención con calidez a los pacientes. De no ser así, será en vano que los altoamazonenses cuenten con un hospital tipo II-I, con aisladores sísmicos.

Mientras estamos en Yurimaguas llega la noticia que una lluvia en Iquitos y alrededores, de poco más de una hora y 30 minutos, ha puesto de cabeza a los pobladores. Algunos colegios han sufrido el embate de las inundaciones. Fue tan fuerte el aguacero que infraestructuras nuevas como “Victoria Barcia Boniffatti”, “Simón Bolívar” se vieron afectadas. Y la pregunta cae por sí sola: ¿Mala obra, no se previó que es pan del día inundarse con unas cuantas gotas, o el alcantarillado seguirá siendo un dolor de cabeza para cuanta autoridad asuma cargo?

La verdad es que cuesta creer que tengamos que seguir sufriendo todos cuando cae una lluvia en la ciudad. Hemos nacido y muchos han muerto en aguaceros y no aprendemos a hacer bien las cosas.

Y mientras la lluvia llega hasta nuestras narices, el avión de la aerolínea Latam, publicidad gratis de buena gente, llega desde Cusco a Iquitos, es recibida por un cruce de aguas generado por los bomberos del terminal aéreo.

Una nueva ruta que se abre tanto para que cusqueños y extranjeros visiten Iquitos sin necesidad de pasar por Lima, como para quienes quieran y tendrían que conocer Cusco desde la capital loretana.

Para los vivientes de Iquitos ya no existirá excusa para luego decir que no hubo la posibilidad de conocer la ciudad imperial. Ahora. Será una prueba para las autoridades que están por irse y un reto para las que ingresarán que esta ruta, por ahora estacional de julio a noviembre, se mantenga en el tiempo. No la perdamos como la que teníamos a Panamá y Miami.

Estamos a tiempo de rescatar a Iquitos e ir convirtiéndola en más turística y que no solo se trate de incursionar en la selva y que ningún sol, dólar o euro quede en algún negocio de la ciudad, más allá de los hoteles y restaurantes.

Es tiempo de sumar y restar. Sin que ello signifique dejar de fiscalizar, algo que siempre hay que hacer tanto a las autoridades de turno como a las que vendrán.

Twitter: @reporteropro

Instagram: @potrillocarrillo

coquicarrillo@yahoo.com