Transcurría el año 1924 y algunos pobladores de Iquitos se vieron beneficiados con el primer tanque elevado en la ciudad, 20 años después se agregó aun 2do reservorio de agua de menor capacidad. En esta vieja fotografía que se adjunta a este artículo, que data de los años 50, se aprecia ambas estructuras metálicas de agua, en cuyo inicio sirvió para abastecer a 40,000 habitantes; la captación se hacía a través de dos electro bombas de 100 HP, dos sedimentadores de 13,000 M3/día, un reservorio de 4,000 M3, su sistema de distribución con una electro bomba de 75 HP y se ubicó en la entrada sur de la ciudad. La loma de la zona conocida como «Vargas Guerra». Este viejo reservorio suministraba agua potable que extraía del río Nanay a las redes de nuestra «Isla Bonita» durante gran parte del siglo XX. Para nuestra ciudad fue un hito histórico, ya salía agua de sus caños! Pero la alegría duró poco ya que debido al constante crecimiento demográfico rebasó largamente su capacidad.

Paradójicamente la ciudad más grande de la Amazonía peruana, está rodeada de ríos por todas partes y la mayor parte de la población sufría la escasez de agua. Los Iquiteños tuvimos que acostumbrarnos a bañarnos con agua que se juntaba en sendos baldes y vasijas, esto se podía ver en casas, restaurantes, escuelas, puestos de salud, donde hasta hoy almacenan agua para beber, cocinar, lavar ropa y lozas, bañarse, etc, etc; creo que era una costumbre muy peculiar de aquella época, parece ser que darse un ducha en aquellos días, no estaba al alcance de todos. Al margen de ello Iquitos siempre fue particularmente vulnerable a la sequía, porque el Nanay, de donde se abastece a la ciudad; tiene sus nacientes en el llano amazónico, donde no existen fuentes subterráneas, la única fuente de agua es la lluvia. Por lo que nuestra ciudad depende de esas hermosas tormentas y sufrirá cada vez que no caiga el elemento más preciado del mundo. Sin él, se genera crisis del recurso.

El bosque amazónico actúa como una fábrica de lluvia y el 50% de las lluvias se originan en la evapotranspiración del bosque- y un 25% restante originado en nubes desde el Atlántico, no se condensaría si no hubiesen bosques. El bosque también actúa como una esponja: favorece que el agua de la lluvia se filtre y empape el suelo, y también su follaje, y luego el agua nutre y se escurre gradualmente, tenemos que ser conscientes que unos días sin lluvia bastarían para dejar seco el cauce del río. Por ello siempre padecíamos de restricciones de agua, por el descenso del caudal del río Nanay; los trastornos provocados por la sequía se manifestaron hasta el año 2009. Época que entró en funcionamiento la «Ampliación y mejoramiento del sistema de agua potable de la ciudad de Iquitos» para ello se construyeron seis (06) Reservorios Elevados de concreto armado que ahora son 6 elefantes blancos adornando la Isla y así los problemas persisten, o podemos decir que se incrementan.

Repasemos en qué consiste la controvertida obra de la “Ampliación y mejoramiento del sistema de agua potable de la ciudad de Iquitos”, mediante la cual se efectuó la construcción, suministro y montaje del equipamiento, pruebas y puesta en operación de la Nueva Planta Hidráulica de Tratamiento de Agua Potable con capacidad de 700 l/s; instalación de 53.5 km de tuberías para redes de distribución de agua, de DN 90 a 450 mm; Instalación de 10,30 km de Líneas de Impulsión de DN 250 a 800 mm, para los Reservorios Elevados; Construcción de seis (06) Reservorios Elevados con volumen total de 11 000 m3; construcción y rehabilitación de plantas de bombeo; ejecución del Sistema Principal de Alimentación de Energía Eléctrica en 10kV. También estaba la construcción y rehabilitación de plantas de bombeo y ejecución del sistema principal de alimentación de energía en 10 kilowatts. Nada de esto se llegó a concretar. Se llegó a decir que el agua potable llegaría hasta el quinto piso de las casas, cuando es bien sabido que el servicio es peor que antes de esta obra.

Recordemos que esta cuestionada obra tuvo sus orígenes por el accionar consciente y voluntario de los funcionarios de aquella época, recordemos que el ahora congresista Juan Carlos Del Águila, estuvo de alcalde cuando Hernán Garrido Lecca fue ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento. Y que también es amigo personal del ex-alcalde, quien llegó a Iquitos a influenciar para que de todas maneras se ejecute esta obra, que supuestamente mejoraría el suministro de agua potable en Iquitos. Es para tener en cuenta que el “Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento” (OTASS) es adscrito al citado ministerio. Y es el ente encargado de coordinar la supervisión de las obras de saneamiento. Por eso es que ahora resulta sospechoso que se pagaran S/ 30.8 millones de más solo en sobrecostos a la empresa brasileña Odebrecht por la obra referida al agua potable de nuestra ciudad.

La misma que fue adjudicada durante la gestión del Ex alcalde provincial de Maynas, el ahora ex congresista fujimorista Juan Carlos del Águila Cárdenas. Obra que tenía un costo referencial de 90.2 millones de soles, pero al final se le terminó pagando a la constructora 121 millones. Tampoco hay que olvidar que cuando dejó de ser alcalde Del Águila Cárdenas fue asesor de Garrido Leca cuando éste se desempeñó como Ministro de Salud y se destapó los posibles negociados para la construcción de hospitales en todo el país. Esta obra se inició el 13 de diciembre del 2006, previendo culminarla el 4 de julio del 2008. Sin embargo, tres años después, a través de una Resolución de Gerencia General de Sedaloreto, el 12 de octubre del 2011, se aprobó el monto final del contrato por S/. 120’782.781. Es decir, 8 millones más de lo que fue adjudicada.

El entonces decano del Colegio de Ingenieros, Ing. Félix Wong llegó a recomendar al presidente del directorio de la EPS Sedaloreto S.A. Se de una mirada a la salida ilegal de montos millonarios con el objetivo de hacerse de la buena pro. En base a esa oposición se logró que venga a Iquitos el ministro de vivienda de esa época, Hernan Garrido Lecca. A su lado estaba los asesores de alcaldía. Según declaraciones del Ex-Decano (La Región del 11-09-2018), fue invitado a una reunión privada en la oficina de alcaldía. Estuvieron los tres y el alcalde de esa época, Juan Carlos Del Águila, así como el gerente de Sedaloreto, Vargas Schrader. Ahí expusieron su preocupación dando a conocer la experiencia de Piura. Es entonces que uno de los asesores de alcaldía dijo que para anular el proceso y llamar a una nueva licitación demorarían mucho tiempo y que correrían el riesgo de que la empresa japonesa anule el préstamo. Y como si todo eso fuera poco para rematar las cosas salió el ahora ex congresista Juan Carlos Del Águila, a decir claramente que: “LA OBRA TENÍA QUE HACERSE SI O SI”. Porque “DIZQUE” era una obra esperada por el pueblo.

La administración municipal de aquel entonces, pretendió hacernos creer que los millones “extra” al precio referencial eran porque traerían técnicos extranjeros y máquinas de última generación (igual decían del alcantarillado). Y prometían agua hasta el quinto piso de una casa. Después de todo esto nos quedamos con la fea sensación o sentimiento que provoca conocer el trasfondo de esa convocatoria y obra. Y una tremenda indignación. Definitivamente tocamos fondo, todo esto da asco. En el 2017, la fiscalía anticorrupción de Loreto inició de oficio una investigación preliminar sobre las irregularidades en esta obra, en febrero de ese año, el Ministerio Público solicitó información a Sedaloreto y se llevó 26 cajas de la empresa con informes, oficios y otros documentos referidos a la planificación, ejecución y evaluación de la obra. En abril de este año, este caso fue enviado al equipo especial para que continúe la pesquisa.

Mediante una auditoría de cumplimiento correspondiente al período marzo de 2006 a diciembre de 2017, se evidenció que las condiciones para la entrega del desembolso por concepto de “anticipos para movilización” y “crédito por materiales e instalación” establecidas en la Licitación Pública Internacional No 001-2006/EPS, fueron modificadas irregularmente durante la suscripción del contrato, lo que permitió que se realizaran pagos que no correspondían por dichos conceptos, favoreciendo indebidamente al contratista “Odebrecht” y generando un perjuicio económico a nuestra ciudad. Adicionalmente, con el otorgamiento de una ampliación de plazo que no correspondía; la suscripción del acta de recepción de obra sin haberse concluido los trabajos; la aceptación de “arreglos amistosos” (término acordado entre la EPS Sedaloreto y el contratista, fuera del marco legal correspondiente), no permitidos por el contrato y desfavorables para “Sedaloreto”.

La empresa brasileña, que al margen de la millonaria inversión NO solucionó el problema de la falta de agua potable; también, durante la ejecución de la obra, organizaciones populares y no gubernamentales y vecinos organizados de Iquitos denunciaron otras deficiencias e irregularidades. Pero las autoridades locales no investigaron los hechos. Y es que el Municipio Provincial de Maynas es accionista de Sedaloreto y designa a un representante en su Directorio. Inclusive nombraba al gerente, además que el Comité Especial que adjudicó la obra a Odebrecht estuvo presidida por su asesor personal y amigo del ex-burgomaestre. El Informe sobre perjuicio en obra ejecutada por Odebrecht y adjudicada por Sedaloreto ya está en manos de la fiscalía especializada de la ciudad de Lima.

El pueblo padece sed de agua, pero en el mismo nivel, SED DE JUSTICIA. Que se haga justicia, entonces. Podrían empezar a citar a los responsables directos o solicitando una copia de la resolución 204-2011-EPS Sedaloreto, a fin de conocer por qué se incrementó en varios millones de soles el pago a la empresa Odebrecht después de conocerse el monto contratado. Está bien apuntar a los ex-alcaldes, ex-gobernadores, asesores y demás políticos que permitieron que se realice esta obra. Pero el brazo de justicia tiene que llegar a todos, incluyendo a los funcionarios públicos de todas las jerarquías y que, por ahora, están pasando piola. Más allá de lo que diga el corruptor Jorge Barata, es necesario llegar hasta el fondo para que la sensación de impunidad no se siga respirando en el aire de Iquitos y se vaya por el alcantarillado…ups!, ¡verdad! No lo terminaron.