En los bosques del trópico húmedo, desgraciadamente, los paisajes idílicos de los montes están ligados a la sangre derramada desde hace mucho tiempo. Este pasmoso hecho parece ignorar los del bloque extractivista que están detrás de la no ratificación del convenio Escazú; ellos lo que hacen es apisonar la historia que no es cualquier historia. Las primeras incursiones aventureras de las carabelas extremeñas en la manigua trajeron violencia, alucinaciones, como las de las guerreras de un solo pecho y la codicia por los recursos naturales. También hubo resistencia, no les fue tarea fácil bogar por las aguas del palustre mirando al cielo como se llenaba de venablos ponzoñosos. Lo testimonian las crónicas de estos aventureros, así como la ficción de la mano de la trilogía del escritor colombiano William Ospina o de los relatos de Percy Vílchez en “Inquilinos de las sombras”. Los tambores percutían entre el follaje avisando del ingreso de los invasores – estos mismos tambores sonaban en las estancias caucheras hasta volver locos a los capataces del territorio del diablo como se conocía al Putumayo. Infelizmente, la floresta ha estado llena de esas usurpaciones. Una de las últimas que se recuerda porque la memoria histórica de los montes la rememora con nostalgia de cierto sector de la población y la indignación de otros, ha sido el boom cauchero. De las exportaciones de la goma a niveles descomunales en un momento para pasar en cuestión de años a la depresión más inmediata. El caucho desvertebró la vida social en la floresta, cuyas repercusiones las encontramos hasta nuestros días como el poco aprecio a la vida de los integrantes de pueblos indígenas. La explotación cauchera ha marcado la vida social y ha ido moldeando ciertas mentalidades en este lado del palustre. Como es el caso de la poca sensibilidad hacia la naturaleza que es vista como un recurso para la extracción sin medir las consecuencias. Ha fortalecido la visión o “maldición cortoplacista” que tiene la consigna y credo de descepar los bosques cuantos antes. Además, que ha deslavazado a la memoria colectiva: nos olvidamos pronto de lo que ha ocurrido en el caucho.

https://notasdenavegacion.wordpress.com/