Colorín colorado

Colorín colorado

Escribe: Jaime Vásquez Valcárcel

LLAMADA: Toda esta historia me contó un abogado probo de Iquitos y cuando le dije que ese cuento no lo cree nadie, risueñamente me respondió: “Además, amigo, quién no hace eso aquí en Iquitos?”. Colorín colorado este cuento se ha acabado.

Un abogado probo que es catedrático de la universidad privada más importante de la región amazónica y, además, ocupa el nada despreciable cargo de decano de la Facultad de Derecho de dicha universidad y, también, ha sido decano del Ilustre Colegio de Abogados de Loreto, ha decidido darse un gustito. ¿Qué gustito?

Se ha citado con su pareja sentimental (¿habrá parejas sementales?) de aproximadamente 25 años. Se van a encontrar en un hotelito medio escondido ubicado en una zona caleta de Iquitos. Han pactado las 12 del mediodía para el encuentro. Sin embargo, a esa misma hora la Policía Nacional del Perú montaba un operativo contra la trata de personas y seguía los pasos de un jovencito que tiene el trabajo de ganarse la vida entregando chiquillas, no importa que éstas sean menores de edad. El abogado ya se encuentra en la habitación esperando a su amada. El proxeneta la llegó al hotel con una niña de 15 años para entregarle a su cliente. Ni bien ingresó al hotel personal policial acompañado de integrantes de la Fiscalía incursionó en el lugar. Hay un susto generalizado entre los que atienden. La policía y la Fiscalía proceden a realizar su trabajo. En ese instante llega al hotel la mujer de 25 años. Ingresa en su moto y al notar el alboroto ella se alborota también y huye del lugar dejando su moto en el interior del hotel.

El proxeneta está en la sala de espera junto a la niña. La policía ingresa a una habitación y observa semidesnudo a un abogado que ya vieron en otras oportunidades con medalla en el pecho. Todos se sorprenden. El decano también está sorprendido. Llama a varios colegas y algunos de ellos acuden inmediatamente para asistirlo. Los dos fiscales que intervinieron llaman a dos fiscales más. Piden equipos para realizar exámenes. El abogado está tan sorprendido que ya ni se acuerda de su pareja sentimental. Afuera del hotel ya están varios periodistas que fueron informados del hecho.

Luego de algunas averiguaciones y las preguntas de rigor el abogado regresa a su domicilio. Ha pasado algunos malos momentos por esta confusión. El proxeneta es trasladado al penal de Iquitos. La niña regresa a su casa y la mamá pide justicia. Los abogados que acudieron al llamado del decano escuetamente afirman que todo se trató de una confusión y que el exdecano estuvo en el lugar equivocado en el momento menos pensado. Algunos abogados consultados por los periodistas afirman que luego que pase este mal momento el decano saldrá a dar declaraciones y no está molesto con los periodistas que han tenido la ligereza de informar que fue encontrado en un hotel con una menor de edad. Varios abogados aseguran que prueba de toda esta confusión es que la pareja sentimental del hombre de leyes (¿qué dirán las mujeres de leyes?) regresó al hotel al día siguiente a recoger su moto, tal como consta en el parte policial. ¿Ok?. ¿estamos?

Toda esta historia me contó un abogado probo de Iquitos y cuando le dije que ese cuento no lo cree nadie, risueñamente me respondió: “Además, amigo, quién no hace eso aquí en Iquitos?”. Colorín colorado este cuento se ha acabado.