ESCRIBE: Por Ricardo Bazo Medina. Crítico de Cine.

Estimados Contrapicadores: Entre el 7 de abril y el 15 de julio de 1994 se produjo uno de los conflictos más terribles del mundo actual, el Genocidio de Rwanda ocasionado por la rivalidad étnica y política entre el Frente Patriótico Ruandés (FPR) de etnia Tutsi y el gobierno local de etnia Hutu.

Los hechos se remontan, reitero, al 6 de abril de 1994 en donde el FPR fue acusado de haber atentado de un ataque al avión en el que se hallaban el presidente Juvénal Habyarimana y el presidente burundés Cyprien Ntaryamira. al día siguiente se asesinó a la Primera Ministra Agathe Uwilingiyimana (de la etnia Hutu) y el conflicto degeneró en una espiral de violencia sin precedentes: cerca de un millón de muertos, cientos de miles de casos de abuso sexual, crímenes raciales y el horror generalizado en el país…la intervención de la Comunidad Internacional en apoyo al líder Paul Kagame, fundador del FPR, pudo encaminar al país a una pacificación que se ha sostenido en el tiempo a la vez que se dieron las medidas necesarias para mejorar la calidad de vida. Según las fuentes de las que dispongo Rwanda posee un alto nivel de seguridad, desarrollo (puesto 32° según organismos internacionales), inversión, igualdad de género y niveles bajísimos de corrupción, pero hay limitaciones para con la libertad de expresión.

En el mundo del cine el tema ha sido y sigue siendo un filón inagotable de historias plasmadas en la pantalla grande, sean documentales o películas de las cuales sobresalen los filmes Hotel Rwanda del 2004 (nominada a tres Oscars), Siempre en Abril del 2005 (ganadora de un Emmy Award) y el documental Earth Made of Glass del 2010….pero el tema sigue siendo de interés para cineastas y documentalistas como el que les comento de inmediato. 

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Gracias a la gestión personal de Jaime Antonio Vásquez Valcárcel he accedido a un nuevo documental sobre el Genocidio Ruandés pero con la particularidad de que se hace una muy buena comparación con los hechos brutales quie sufriera la comunidad Asháninka en la selva central peruana a manos de Sendero Luminoso (Según la CVR, cerca de 10 mil asháninkas fueron desplazados forzosamente y 44 de sus comunidades desaparecieron a causa de la violencia terrorista).

El documental titulado Rwanda: Mi última utopía está dirigido por José María Salcedo, que también aparece en el filme de 102 minutos como narrador y protagonista. El siempre popular Chema nos introduce de manera muy objetiva en la primera parte a los hechos materia del conflicto ruandés y a los que han sucedido -y suceden- liego del proceso de paz. A diferencia de lo que se piensa por el común de las personas Chema nos muestra los cambios positivos ocurridos en Rwanda en lo económico y social a la vez del recuerdo imborrable de la violencia a través de testigos de los hechos. Los casi 55 minutos iniciales son imponentes, muy ilustrativos y reflexivos sobre cómo una nación puede reinventarse a sí mismo, que puedan perdonarse entre sí los rivales y avanzar hacia la unión y el progreso colectivo…y de ahí el excepcional giro que hace Salcedo al enlazar el tema africano con nuestra realidad local.

La brutalidad que tuvo que sufrir el pueblo Asháninka no tiene nombre y es la prueba de la demencial conducta de Sendero en los años en que gran parte del territorio nacional padeció de extrema violencia, tanto de SL como del MRTA. El apreciar las declaraciones dolorosas de nuestros connacionales es chocante pero necesario para entender los años de la barbarie y que de ello saquemos una lección: no volver a eso jamás y que la reconciliación sea siempre la salida a todas las dificultades. Chema Salcedo no se queda en los datos históricos en los dos casos que narra, ya que nos lleva a la intimidad de ambas poblaciones, al refugio espiritual muy fuerte que tienen y al rol de la mujer en las dos comunidades; detalles que amplían mucho más la mirada que podemos tener sobre el pueblo ruandés y nuestros hermanos asháninkas.

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La aventura de Salcedo se plasmó en el 2019 y el viaje personal que lo ha llevado a Rwanda y a la Selva Central es muy lúcido, explicado con total objetividad y ajeno a cualquier sesgo político; elementos idóneos para un documental de esta temática. Rwanda: Mi última utopía es un gran logro del Cine Peruano por afirmarse en un terreno tan interesante como el cine documental, con una producción muy cuidada, la música incidental y muy oportuna de Abraham Padilla y la presencia carismática de José María Salcedo en la conducción del mismo; Chema nos ilustra como nunca de realidades ajenas a nuestra realidad pero también de una cruda historia local que jamás debemos de olvidar.

PUNTAJE: 10 (Excelente, mi agradecimiento a Jaime Antonio Vásquez Valcárcel por permitirme el visualizar el documental y mis respetos a Chema por el gran trabajo ante cámaras; notable. El filme será transmitido en su integridad en enero del 2021 por RPP televisión).

Les dejo el teaser del filme: https://youtu.be/Kpx_4vpj9wM 

Corten!!