Josefa Alegría Ríos Gil

La sociedad a nivel mundial, nacional y menos regional no ha estado preparada para un evento que produjera tanta desgracia e incertidumbre en la población. Como dicen los expertos y también lo vemos con los ojos de quienes nos gusta combinar el sentido común, con lo que enuncia la ciencia, que la pandemia sacó a relucir las carencias en los servicios básicos, especialmente en salud y en educación, mostrando las grandes inequidades que existen.

En este escrito reflexionaremos sobre el impacto que está ocasionando la pandemia en la educación en general y de qué manera está afectando sobre el derecho a la Educación, de los Niños, Niñas y Adolescentes, pero también planteamos algunas oportunidades y retos que se pueden identificar, para sacar adelante a la educación en nuestra región, que ya de por sí, es difícil por la dispersión geográfica y la diversidad cultural que caracteriza a la región.

La interrupción del servicio educativo, de manera presencial, si bien es cierto, reduce la expansión de la enfermedad, sin embargo, el cierre de escuelas, en cualquiera de sus modalidades, está significando un duro golpe a los sistemas educativos del mundo, especialmente al de los países emergentes, como el nuestro, que está dejando al descubierto, las principales falencias del servicio educativo. Bajo esta consideración, entre los muchos impactos negativos, señalamos los siguientes:

  • Retraso en el rendimiento académico. Son diversos los factores que tienen como consecuencia el bajo rendimiento académico de los estudiantes, sin embargo, en este contexto de pandemia y cierre de escuelas, habría que destacar que muchas familias no están preparadas para brindar el apoyo adecuado y oportuno en los aprendizajes de sus hijos, especialmente las familias vulnerables; además de otras situaciones críticas que ya estaban presentes y que se pueden agudizar, en las relaciones familiares, trayendo como consecuencia el insuficiente rendimiento académico.
  • Ampliación de la brecha de los que acceden a educación, es bastante probable que muchos estudiantes de la región, se queden sin acceder al servicio educativo, considerando que el confinamiento se inició cuando aún muchas familias no matriculaban a sus hijos en la escuela.
  • Mayor riesgo de abandono de la escuela, esta situación seguramente se dará con mayor proporción en la zona rural, donde no está llegando la educación a distancia, por carecer de acceso a internet, TV u otros servicios básicos como energía eléctrica.
  • Violencia familiar, producto del estrés de los miembros de la familia y otros factores. Diversas encuestas nacionales e internacionales están reportando que el confinamiento está produciendo, ansiedad, estrés, en las personas, lo que inevitablemente resquebraja los vínculos al interior de la familia.
  • De otro lado también los docentes están sufriendo, temor, presión, producto de una nueva exigencia, que les está demandando un esfuerzo adicional a lo que desarrollaban de manera habitual.
  • En las escuelas l@s estudiantes, no solo reciben educación, hay otras acciones complementarias que le brindan bienestar y aseguran su desarrollo, principalmente Alimentación escolar y atención en salud.

Sin embargo a pesar de estos nefastos impactos en la educación, en el marco de este contexto de emergencia sanitaria y que están aconteciendo en todos los países del planeta, en algunos más que en otros; también se debe reconocer que están sucediendo grandes oportunidades, que pueden servir para la mejora del servicio educativo, tanto en este contexto, y con más resolución, cuando se reaperturen las escuelas, van aquí algunos aspectos:

  • En este escenario, es una necesidad de máxima prioridad y al mismo tiempo una gran oportunidad, conocer la realidad del estado de las escuelas de la región, identificando las prioridades de mejoramiento, refacción o ampliación de cada una de ellas, especialmente la de los servicios higiénicos y del acceso a agua potable, considerando además espacios para el manejo adecuado de la higiene menstrual, asegurando que cuando se vuelva a la normalidad, las escuelas ofrezcan mejores condiciones a los estudiantes.
  • De otro lado, en muchas regiones se originaron interesantes y creativas iniciativas para enfrentar esta crisis de cierre de escuelas, diseñando sus propias rutas metodológicas para complementar la estrategia nacional “APRENDO EN CASA”, que pese a ser una excelente propuesta, no llega a todos los rincones del país, especialmente a la zona rural.  Es así que en nuestra región, desde inicios del mes de abril, desde la Dirección de Gestión Pedagógica -DGP de la DREL, se ha trabajado en el diseño del denominado Plan Regional de Emergencia Educativa “Aprendiendo al Son del Manguaré”, que contempla estrategias contextualizadas a nuestra diversidad geográfica, cultural y lingüística, con la finalidad de que no se detenga el servicio educativo y continúe el aprendizaje de l@s estudiantes de todos los niveles y grados educativos.
  • Otra gran oportunidad, es que en este marco de educación virtual, l@s docentes están aprendiendo y en otros casos perfeccionando el uso de herramientas tecnológicas e implementación de estrategias metodológicas online, creando situaciones para que la interacción con sus estudiantes sea más efectiva. Se evidencian meritorias iniciativas que se comparten en las redes sociales de docentes de todos los niveles educativos, que son realmente creativas, que en un estado normal de clases presenciales, seguramente no se considerarían.
  • Asimismo, pese al cierre de escuelas, l@s docentes y directivos están diseñando e implementando estrategias didácticas innovadoras, la mayoría de ellas, bajo la metodología de proyectos de aprendizaje, adecuados al nuevo escenario educativo, que contribuyen de manera efectiva en los aprendizajes de los estudiantes. Una muestra de este favorable quehacer didáctico se evidenció, en el evento virtual que desarrolló UNICEF, el 26 de junio último, en donde se presentaron Experiencias pedagógicas, que se vienen desarrollando en las instituciones educativas de las regiones de Huancavelica, Ucayali y Loreto, en las cuales, se viene implementando el modelo de Desarrollo Integral Adolescente, Secundaria como Experiencia de Vida – SEV. En ese espacio académico, se evidenció que toda la comunidad educativa se moviliza en torno a un proyecto, en donde los estudiantes son protagonistas, y ejercitan diversas competencias.
  • De otro lado, también consideramos que la entrega de tablets es una excelente oportunidad para cerrar la brecha digital que existe especialmente en los estudiantes de la zona rural, sin embargo, esta acción requiere de un enfoque y un modelo didáctico pertinente, para que se convierta en un efectivo recurso que favorezca los aprendizajes de los estudiantes, promoviendo el desarrollo de la creatividad y la autonomía personal.
  • Asimismo, estamos ante una extraordinaria oportunidad para que los gobiernos locales asuman sus competencias educativas, como lo señala la Ley orgánica de Municipalidades (LOM), en ese sentido, corresponde a la DREL y a las UGEL generar o fortalecer el trabajo articulado con las municipalidades, propiciando que se interesen, involucren y comprometan en acciones educativas que beneficien a los niños, niñas y adolescentes, no solo en lo que respecta a infraestructura, sino en propuestas educativas que desarrollen capacidades integrales, especialmente en los jóvenes, pues la escuela debería formar parte del proyecto de desarrollo de su jurisdicción.
  • De otro lado, en este escenario, también es una oportunidad fortalecer la participación de la sociedad civil, mediante la reactivación del Consejo Participativo Regional de Educación – COPARE y de los  Consejos Participativos Locales de Educación – COPALE, con la finalidad de que los actores que participan en estos espacios, se empoderen de su rol de vigilantes y concertadores, promoviendo sinergias y propiciando procesos favorables para la educación regional.

Sin embargo, ante estas  grandes oportunidades, la educación regional, tiene, desde nuestra consideración, inmensos retos que resolver, que a continuación lo analizaremos brevemente.

  • El cierre de la brecha de acceso y permanencia, es un enorme desafío que tiene la educación en la región, tanto por la dispersión geográfica, la diversidad cultural y lingüística, sin embargo podemos extraer, al término de esta difícil situación, importantes lecciones aprendidas para conseguir que las brechas se reduzcan y siendo muy optimista, que tal vez desaparezcan en la región. Algunas de las estrategias, que podrían ayudar en este propósito, son las que se están planteando en el Plan Regional de emergencia educativa “Aprendiendo al Son del Manguaré”. Me Refiero a las estrategias denominadas, MAESTRO ITINERANTE, ESCUELA COMUNITARIA y ESCUELA INDÍGENA, todas ellas enfocadas a brindar apoyo al estudiante, sin acceso a servicios básicos. Estas estrategias podrían y deberían permanecer, aún después del confinamiento, con más recursos, tanto financieros, como humanos; en ese sentido, tocaría a cada UGEL, diseñar nuevas estrategias para fortalecerlas, de acuerdo a su contexto.

De otro lado, consideramos también que  la entrega de las TABLETS, ayudará a cerrar la brecha de acceso a las herramientas informáticas, especialmente en la zona rural, pero  como ya se comentó en párrafos anteriores, con un enfoque metodológico que realmente fomente en el/la estudiante la motivación, el trabajo colaborativo, la creatividad, la autonomía y la resolución de problemas, entre otras capacidades. Para ello, el docente necesita estar bien convencido, que la utilización de esta herramienta tecnológica, no es el fin en sí mismo, es solamente un recurso didáctico.

  • Mejorar las condiciones de la infraestructura de la Escuela. Líneas arriba, hemos identificado que es una gran oportunidad, en este cierre de escuelas, conocer el estado de la infraestructura de las instituciones educativas de la región; es una necesidad, que debe ser priorizada por los Gobiernos locales y el Gobierno Regional, con la finalidad de que cuando l@s estudiantes regresen a la escuela tengan más y mejor infraestructura, especialmente los servicios higiénicos y el acceso al agua potable, asegurando que cuando se vuelva a la normalidad, las escuelas ofrezcan mejores condiciones físicas a los estudiantes.
  • Repensar el sistema educativo, por ejemplo, no homogeneizar la estrategia del proceso de enseñanza-Aprendizaje. A estas alturas del siglo XXI, en donde se ha avanzado de manera considerable en el valor de la diversidad cultural en el país y está incorporado en el sistema educativo la interculturalidad como un enfoque transversal, es impensable que las prácticas educativas sean iguales para todos los niños, niñas y adolescentes. En ese sentido, es imprescindible que desde el Ministerio y los órganos desconcentrados (DREL y UGEL) se promueva la creación de nuevas estrategias pedagógicas, que potencien las habilidades y talentos de l@s estudiantes. Homogeneizar el proceso de enseñanza aprendizaje, es quitar a los niños, niñas y adolescentes, su derecho a recibir una educación acorde con sus verdaderas necesidades educativas.
  • Gestión territorial del currículo. Ya se mencionó que aún en este contexto de cierre de escuelas, docentes y directivos están desarrollando proyectos educativos innovadores, haciendo una real diversificación de las competencias que pueden ser estimuladas en l@s estudiantes, como es el caso de las regiones de Huancavelica, Ucayali y Loreto. El gran reto es que esta gestión del currículo que se está desarrollando respondiendo al actual escenario, continúe en las escuelas una vez se retorne a la educación presencial.
  • Bienestar del docente. Debe ser considerado también como un gran reto pensar en acciones concretas, que luego se conviertan en políticas regionales, la atención del bienestar integral del docente, especialmente su salud emocional, pues es una condición que le va ayudar a desarrollar un trabajo con más seguridad, con más dedicación, permitiéndole que sea capaz de plantear cosas nuevas, diferentes en su práctica pedagógica y lo que es más importante, será capaz de generar y fortalecer vínculos afectivos mucho más armoniosos con sus estudiantes.
  • Fortalecer las capacidades de creación e innovación de l@s docentes. Está quedando demostrado que los docentes si son retados a desarrollar su trabajo pedagógico en situaciones adversas, como las que tenemos hoy, tienen la capacidad de crear e innovar nuevas estrategias para propiciar el aprendizaje de sus estudiantes. Esta condición para crear didácticas innovadoras, debe continuar cuando se retorne a la normalidad del servicio, esto puede fomentarse si se recupera la confianza en el trabajo docente, para ello debe fortalecerse espacios en los cuales exista la posibilidad de que puedan realizar una práctica didáctica autónoma, ensayando nuevas rutas para potenciar su propia práctica y como consecuencia generar un mejor aprendizaje de sus estudiantes.
  • Finalmente y desde mi punto de vista uno de los retos más importantes, es el fortalecimiento de la relación entre familia y escuela, ya que en esta nueva forma, en la que se está desarrollando el servicio educativo, está quedando más que confirmado que la piedra angular en el desarrollo de niños, niñas y adolescentes, es la familia; no puede existir un trabajo serio y efectivo desde la escuela, si es que ella no está involucrada y comprometida en el desarrollo de sus hijos e hijas, pues simplemente no lograrán desplegar todas sus potencialidades como seres humanos, por ese motivo, el fortalecimiento de esta alianza, es una tarea urgente, en todos los niveles educativos.