El día de ayer 20 de marzo del 2016 el regidor de Arequipa, Ricardo Medina, soltó una polémica frase alegando que los desastres naturales que están sacudiendo a la zona norte del país son gracias a un castigo divino impuesto en consecuencia por la “ideología de género”. Estas palabras han causado mucha indignación entre la mayor parte de la población manteniéndose al margen de si son creyentes o no son creyentes. Aunque, si bien tales reacciones se dieron en mayor parte de la población. También, se ha podido observar que un minoritario pero notorio sector de la población ha dado su respaldo a las palabras del regidor Ricardo Medina.

Entonces, estamos evidenciando ya no solo un debate en lo que es moralmente correcto y lo que no es moralmente correcto (como lo fue en el caso de la ideología de género) sino más bien en un caso donde erróneamente llegamos a mezclar sociedad, cultura, ideología y religión, obviamente sin tener demasiado claros estos 2 últimos conceptos.

Si nos ponemos a pensar, la religión no puede demostrarse, pero si fundamentarse. La religión no es una teoría sino un estilo de vida. Es un conjunto de reglas y/o pautas sobre cómo llevar una vida existencial de la manera correcta. Te enseña un comienzo y te muestra un final.

Por su parte la ideología es una forma de pensar que en su planteamiento puede ser evidenciada y comprobada. Las ideologías tienen el fin de cambiar la forma de pensar y actuar de quienes las aprenden. Son más egoístas y se mantienen como la única respuesta. Sin embargo, estas pueden ser igualmente modificadas o sustituidas con el paso del tiempo. La religión… no.

Teniendo bien claro estos dos conceptos ya podemos hacernos la pregunta ¿Podemos mezclar ideología con religión?  Personalmente diré que no. Cualquier ideología de la mano con religión podría fácilmente llevarnos al fanatismo. Sepamos diferenciar estos dos conceptos y conducirlos de la mejor manera. La religión y las ideologías en buenas manos no son dañinas e incluso pueden ayudarnos a construir una mejor sociedad y cultura. Ya si el señor regidor Medina adquiere conceptos erróneos es su problema, nosotros informémonos bien y contribuyamos a enriquecer nuestra cultura. La aceptación social, es primordial en el desarrollo de esta. Hasta la próxima.