Nadie sabe a ciencia cierta hasta ahora porqué salió la ex ministra de Educación Flor Pablo. Después de algunos días parece que la situación va quedando parcialmente clara, aunque no del todo porque las supuestas funciones que emprenderá Martín Benavides, el nuevo ministro, podría fácilmente ser asumidas por la ex ministra y seguramente con el nuevo rol que tendrá ahora el flamante funcionario.

Se habla que Benavides requería de mayor apoyo en el sector superior universitario a propósito de su labor al mando de la SUNEDU. Este apoyo traducido en algunas normas que implicaban alguna salida más real a la situación de los miles de universitarios que quedaban desamparados de las universidades no licenciadas. Aunque algunos apuntan que se nota la mano del ex ministro y hoy director de Practica Global de Educación del Banco Mundial, Jaime Saavedra o las presiones de organismos internacionales sobre diversos tópicos educativos que tendrían que impulsarse desde el Minedu.

Tanto Benavides y Saavedra Chanduví pertenecen a la misma ONG que trabajan en sectores educativos a través de asesoramientos y, aunque para un sector político y social pueden ser válidas ciertos resultados educativos en el Perú en algunas mediciones internacionales, en otros que implican al sector social del maestro en realidad estaban bien alejados de plantear soluciones reales y beneficios que aseguren la paz sindical en este sector en los próximos meses. Con Benavides esto se va afianzar aún más.

Lo más probable es que el enfrentamiento y la demanda va quebrar la paz social que hasta ahora han sabido ganar los diferentes ministros de esta gestión de gobierno. Este año podrían verse seriamente afectado y amenazado el aguante de una huelga que han hecho los varios sindicatos que se han formado y que resultó una magnifica estrategia de división que favoreció al gobierno. Las promesas de aumento sostenido que venía cumpliéndose y que representan porcentajes mínimos no va ser suficiente para calmar las aguas, más aún cuando el ministro, cómo ha dicho el propio Martín Vizcarra se ocupe sólo a resolver la problemática universitaria.

A veces suele suceder que tener alguien del gremio dirigiendo una cartera ministerial tan explosiva ayudaba en contener los ánimos caldeados que de por sí ya existía en este sector. Algo de eso funcionaba con Flor Pablo, sin embargo con un técnico que sólo asume números y resultados fríos como es Benavides va ser muy difícil que esta realidad se sostenga. Y si la amenaza de huelga recrudezca en el sector magisterial y los gremios puedan unirse en función a una plataforma tan común para ellos, el gobierno de Vizcarra tendría su gran prueba para sostener su, hasta ahora, calma social.

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