[Por: Gerald Rodríguez. N].

La fiesta electorera regional y municipal ha empezado a nivel del país, y en los próximos meses del año entrante comenzará las elecciones presidenciales, y a pesar de que somos tan democráticos para elegir y ser elegidos, para asistir a votar por nuestro candidato favorito, porque es lindo, es étnico, ha sido pobre como yo, habla lindo, me ha regalado un almuerzo, veinte soles, me ha dado una propinita y si gana me seguirá dando, de seguro que elegiremos mal. Bueno, existirá muchas razones por la cual la gente sustentará esa elección, pero ¿eso son los argumentos favorables para elegir una autoridad? Y luego nos seguiremos preguntando por qué somos pobres, y nos contestaremos porque el culpable es el alcalde, el presidente regional, el presidente de la nación, los congresistas, los funcionarios del estado, y que deben ser juzgados, deben ser encarcelados, pero en un momento dado nos cayeron bien por la cual le dimos el voto de confianza, entonces ¿quiénes son los culpables?

El Perú, y especialmente la región Loreto, es un paraíso comparado con otras regiones y países del mundo. Somos ricos en minerales, biodiversidad, flora fauna; tenemos el río más caudaloso y largo del mundo, una maravilla natural, tenemos parques, reservas, una historia de linaje y sangre creativa, innovadora, de gente trabajadora y muy disciplinada, pero porque seguimos viviendo en la pobreza y en la miseria, siendo nuestro distrito de Belén perteneciente a la provincia de Maynas uno de los distritos más pobres del país. Todos nos preguntamos y culpamos a los que nos gobiernan, pero la verdad es que estamos llenos de mitos que nos hacen daño. Que los japoneses son inteligentes, que los suizos porque son rubios son superiores, y tantos otros mitos que nos hacen sentir menos. La pobreza es una actitud, y esa actitud hace que cada vez menos personas tengan más dinero y más personas tengan menos dinero. Somos una sociedad excluyente, una sociedad mayoritariamente silenciosa e insistentemente quejosa.

El pobre vende su necesidad con su actitud de pobre, vende al candidato su miseria, su dolor, su hambruna, y con ella vende a su país, a su región permitiendo que aquel candidato que llegará a gobernar será un corrupto, excluyente, no le importará la violencia, los asaltos, los robos, lo asesinatos en las calles. Gobernará bajo una política inequitativa, expandirá el sistema quebrado de salud y será indiferente al tema educativo que está y seguirá deficiente. Y todo esto es porque no contamos con un proyecto nacional como país o como región a largo plazo, no tenemos objetivos como nación o como región, y cuántos de estos candidatos al gobierno regional y posteriormente a la presidencia de la república por lo menos tendrán en sus propuestas y podrán demostrarlo con hecho esta prioridad y necesidad del país y las regiones.

En vez de propuestas lo que se verán son bailes de modas, políticos haciendo el ridículo en televisión, cantando como gallos en gallinero o insultando a su adversarios, cayendo a los niveles más bajos para dejar mal al que está gobernado, y demostrar de esta manera una más de sus pobrezas humanas y miserias políticas.