Pierde Perú

ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel
jaimevasquez2002@yahoo.com

Un breve recorrido mediático podría provocar seria depresión en quienes creíamos que el ingreso de Ollanta Humala a la Presidencia de la República marcaría también el (re) inicio de un manejo menos contradictorio de las decisiones en la cosa pública. Por lo menos las expresiones de Eva Matute, Jorge Chávez Sotelo y, a la distancia, de Warren Gonzáles, nos pinta un panorama sombrío. Pero quizás la señora Matute es la más atrevida y, por lo tanto, más ávida de conseguir un puesto en la administración pública.

Esa diferencia de opiniones y objetivos refleja que Gana Perú puede convertirse en Pierde Perú, por lo menos en Loreto. Y varios factores contribuyen a que lo que tendría que ser una dirección de gobierno nacional sea muy difícil de concretarse en el ámbito regional. Porque, con las excepciones del caso, lo que podemos ver en los que se presentan como voceros de una parte del poder del nuevo gobierno es únicamente mediocridad y un afán por colocarse en los pocos puestos públicos que se ofertan desde el poder central. Y, en verdad, son más los viajes a Lima que han hecho los que se creen voceros que puestos a repartir.

Y es que se equivocan quienes creen que el poder regional se focaliza en una sola persona o será el Comité Central del partido quien finalmente decida las colocaciones. Eso es imposible en un gobierno que tiene varias organizaciones a su alrededor. Poe ejemplo, la ministra Aida García Naranjo, mujer de partido y, por ende, respetuosa de los estamentos, tiene sus propios interlocutores en Loreto que son los vinculados al PUM, agrupación que ella se ha encargado de mantener. Y, seguramente, serán esos interlocutores quienes ocupen los puestos. Aunque es una verdad absoluta que el PUM en Loreto tiene menos cuadros técnicos que puestos a colocar.

También habrá una cuota de poder para el congresista Víctor Isla. Pero la experiencia y la costumbre de estar cerca al entorno del actual Presidente de la República seguramente le habrá dado el tino necesario para no desesperarse por acomodos y reacomodos y, más bien, convertirse en un tamiz para los buenos y malos muchachos que nunca faltan cuando se llega al poder. No sabemos en dónde encaja la figura de Eva Matute que, para ser sinceros, es menos representativa que la de Jorge Chávez Sotelo y mucho menor que Warren Gonzáles que, por supuesto, indirectamente exigirá puestos para su entorno.

1 COMENTARIO

  1. Doña Eva Matute, siempre buscando colarse a algún puestito en los gobiernos. Recordarle a esta «luchadora social», que ya no estamos en la época del presidente Fujimori -de quien tanto habla mal- en la cual ella trabajaba para el Ministerio de la Presidencia o eso solamente fue un pecado de Eva?

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