La portería en el fútbol es el refugio para la gente solitaria. Parecen personajes misántropos. Están metidos y mordiendo largos soliloquios bajo los tres palos sin que nadie les escuche ¿ese encierro acaso es una muestra de personajes perfeccionistas o que buscan la perfección? En mis tiempos de adolescente nadie quería ser portero. Todos o casi todos preferían jugar en el mediocampo, delanteros o defensas. Pero nunca porteros, huían como Supermán al ver la kriptonita. En cambio, a mí me encantaba. Tenía más tiempo para pensar, ser un privilegiado voyeur de lo que pasaba en el campo. Un fisgón de las buenas jugadas. Aunque también este puesto tiene sus puntos en contra. Son los que menos pueden fallar en el lance. Puedes pasar de héroe a villano en cuestión de segundos. Por eso tienes que armarte de un caparazón de tortuga emocionalmente para que no te afecte. Siempre me pregunto ¿Cómo portero que cara pones a tu mujer, hijos y patas después de una goleada?, ¿puedes balbucear algo o sonreír?, ¿buscas alguna explicación o excusa de lo ocurrido? Aquí en esta parte de la península la prensa deportiva, es simplemente mala en términos de calidad donde sobran los insultos y faltan las razones. A lo largo del año a hostigado y vilipendiado al portero tico Keylor Navas. Le llovían palos y balas  de metralleta por todos lados – esa prensa es muy interesada e identificable. No había día que no le caía un zurriagazo. Atajó bien unos partidos y esa misma prensa ponzoñosa es la que le clama hoy de elogios y alabanzas. Le caen lisonjas. Es el precio de ser portero pero elevado exponencialmente al ser jugador de un club como el Real Madrid o de otro club de iguales dimensiones. En la última liga de Campeones se jugaba el partido del Real Madrid contra el Bayern de Múnich, el portero del club alemán en unos segundos de atasco mental facilitó el gol al Madri ¿qué le pasó por la cabeza a Ulrich, así se llamaba el arquero, en esos momentos? Aquí interpretaron esa equivocación como el regalo del guardameta al Madri ¿fue un regalo como dicen los periodistas siempre tan simplistas?, ¿acaso nadie tiene un mal día o momento? Nadie se puso a pensar más allá salvo los dardos avinagrados contra el arquero teutón. Hala, que lluevan palos y banderillas al almagrado Ulrich que había tenido a lo largo del año una actuación buena en su equipo ¿todos podemos cometer un error o fallo? Sí, sí, pero no los porteros porque ellos buscan la perfección ¿Qué habrá pensado Ulrich en la soledad de su puesto después del gol?, ¿maldijo el momento del atasco? Nadie entiende a los porteros.

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