En nuestra época hay una rama del periodismo que es el amarillo, escandaloso, que busca siempre el escándalo porque eso atrae de una manera morbosa al gran público que yo creo que está siendo mucho daño al periodismo y que por desgracia se ha convertido hoy día en un periodismo enormemente popular, un periodismo que llega no solamente a las revistas especializadas en la chismografía y en el escándalo sino a los órganos más serios porque como esto se ha convertido en una necesidad del gran público pues incluso hasta revistas, periódicos y programas de televisión serios incurren de cuando en cuando en cierto amarillismo escandaloso porque desgraciadamente la cultura de nuestra época está orientada en esa dirección y eso es lo que le sucede a Felícito Yanaqué.

Estas palabras fueron pronunciadas por Mario Vargas Llosa en una entrevista concedida a los pocos días de presentar su último libro “El héroe discreto” y donde, según la entrevistadora, el periodismo no queda bien librado en toda la obra. Y es verdad. El periodismo –lo sostuve hace algunas semanas en un artículo publicado en la revista “Katenere”- es la profesión que peor queda en la ficción del novelista (hay una referencia a los psicólogos también que son peores que “el mismo diablo”) y que, sin embargo, tiene que ser considerado como reflejo de nuestra época. Distinto el periodismo de “Conversación en la catedral” donde se nota juerga, malas noches, bohemia pero con una enorme responsabilidad por el trabajo.

MVLl lleva a la novela lo que sostiene en todos los foros donde interviene y que ha motivado incluso un libro y donde sostiene que el análisis y profundidad han cedido paso al espectáculo y la frivolidad. Más interesa la banalidad que lo fundamental y basta que alguien provoque un escándalo que es “mal visto” por la sociedad para que se arme toda una cobertura en torno al hecho y protagonista. Le sucede a Yanaqué en la ficción. Pero también a personajes reales.

Uno de ellos es Álamo Pérez-Luna, uno de los mejores reporteros televisivos –admitido con hidalguía y buen escribir por Beto Ortiz, quien a pesar de no llevarse bien con el susodicho no deja admitir su brillantez para el reporterismo televisivo- que acapara las primeras planas de los diarios amarillos tan solo porque se ha tomado la molestia de llamar a varias muchachas y proponerlas una salidita. De eso se ha hecho un escándalo. Otro es el presidente de Francia, quien luego que un periódico publicara fotos siéndole infiel a su mujer ha tenido que guarecerse y la mujer actual internarse en una clínica.

Y eso sucede en todas partes del mundo. Iquitos no es la excepción. Porque somos morbosos y amarillos. No solo los periodistas. Todos, en general. Por eso es que esta forma de hacer periodismo va ganando terreno. En perjuicio de la seriedad y decencia que, no necesariamente, siempre es lo mejor.

 

2 COMENTARIOS

  1. Tumbes eres el primerito……………La vaca alguna vez fue ternera….¿No es así Jaimito?

  2. ASI PUES ERES PARTE DE LA MEDIOCRIDAD, NUNCA GANAS Y GANARÁS A NADIE, NUNCA SERÁS BRILLANTE Y EXCELENTE, TE MANDARÍA A ESTUDIAR DE NUEVO AL COLEGIO PARA QUE APRENDAS A ESCRIBIR BIEN Y COSAS BUENAS Y CULTURALES EN TU PERIODICO., PARA QUE ASI SEAMOS COMO OTROS PAISES CULTOS Y DESARROLLADOS INTELECTUALMENTE.

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