ESCRIBE: Juanjo Fernández
… qué se ha creído la inteligencia artificial, IA para los amigos, sobre mí. He leído mucho y hasta visto documentales sobre redes sociales e IA. Sé cual es la lógica perversa de Facebook (y que es ya la casi única que uso), por poner un ejemplo, y su algoritmo, diseñado para atrapar nuestra atención cuanto más tiempo mejor y bombardearnos con publicidad dirigida con precisión quirúrgica según nuestros intereses. Entiendo que es algo muy serio, yo por mí mismo no soy nada, pero sumado a los miles de millones de usuarios de unas y otras son millardos de dólares esperando ser cosechados por los anunciantes de las RRSS. Ya son años observándome y evolucionando juntos. Evolucionando ella, yo cada día entiendo menos.
Sé que en algún lugar de la nube un montón de hombrecitos se dedican a anotar concienzudamente qué busco, qué páginas visito, cuanto tiempo poso mi mirada n cada publicación, para con todos esos datos trazar un perfil de mí y proporcionarme nuevos contenidos que mantengan mi atención en su marco azul hasta crear una auténtica dependencia. Y por qué negarlo, lo hacen muy bien.
Pero últimamente me preocupa. Desde la aparición de los videos, que no pertenecen a la publicación de ningún amigo o contacto, me he descubierto prestando atención a cualquier carallada: la fabricación de un tambor de freno en una fundición india o pakistaní con tecnología del siglo XVI; trucos de tornero, soldador, gasfitero; fabricar una guitarra con lápices de colores y epoxy. Si mi esposa me impuso un alejamiento de un mínimo de cinco metros a cualquier máquina de bricolaje tras ver mis habilidades para colgar un cuadro en la pared. ¿Cómo sabe la IA que a pesar de ello me voy a quedar embobado mirando para ellos? ¿O quién le ha dicho que si me pone un experimento de echar qué sé yo en una gaseosa para que nazca algo parecido a toda una colonia alienígena también voy a picar el anzuelo? ¿Será verdad eso que dicen que sabe más de nosotros que nosotros mismos?
Eso con los videos que aparecen de no se sabe donde, pero ahora han puesto los reels, que no me pregunten que significa. Invariablemente, tras las primeras ocho publicaciones me aparecen esos video cortos de cinco segundos más o menos e invariablemente me quedo mirando para ellos como si no hubiera mañana. Mira que es inteligente la inteligencia esta. Y mira que soy tonto yo. Lo que más me preocupa es que si verdaderamente me conoce tan bien, y porque dudarlo, y me da lo que quiero, ¿qué clase de persona soy en el fondo? Me explico. El 67% de los reels elegidos para mí (es una estadística recién inventada por mí como las de las primeras vueltas de las elecciones) corresponden a mujeres jóvenes de rasgos y proporciones cercanos al ideal de belleza de alguna cultura activa en la actualidad. La mayoría comulgan con la cultura de los grandes senos, ahí puedo diferenciar algunas subculturas, senos naturales o senos operados, en en traje de baño, lencería o polo sin brasier. En esta categoría hay aquellas que desarrollan una coreografía basiquísima a base de movimientos de brazos y piernas que pretenden ser sensuales unos y con contenido otros (no sé si para ser entendidos por alguna mara salvadoreña o pedir cita en el spa). Otra de las culturas que siempre tienen una representación es el de mujeres jóvenes de origen oriental, diría que chino, estilizadas todas ellas con unas piernas que harían acomplejar a Julia Roberts y pecho de talla de tres cifras. Hasta ahí lo único que veo es que la inteligencia artificial trata de mandarme un mensaje; “aléjate de la inteligencia que para eso ya estoy yo, tú tranquilo”. Y lo consigue. Pero cuando las chiquillas que protagonizan los reels son eso, chiquillas, claramente menores de edad, jugando a tararear las mismas canciones y hacer los mismos movimientos provocativos se me enciende una alarma en mi desvalida inteligencia. ¿Cómo es posible que la red social modelo en ética, sensible a todas las sensibilidades, que censura pezones, gatitos sufriendo, expresiones malsonantes, permita la exhibición de menores jugando a ser mayores como si estuvieran en un local de alterne frecuentado por Toledo? Ahí mi mitad femenina revela, se alza y comienza a arrojar improperios a la pantalla. No me importa reconocer que mi mitad femenina es mucho más inteligente que la masculina. Ha tenido y tiene buenas maestras (y maestros), y empieza a relacionar todos el contraste entre todos esos mini videos que ya no sabe uno si son mujeres reales o modelos 3D (bueno, sí creo que lo sé menos en los casos de las orientales vestidas de largo caminando casualmente por la ciudad) con las publicaciones de mujeres reafirmándose en su valía, su independencia, rechazando los modelos de belleza impuesta por un mundo de y para hombres de los que no paran de renegar y espero sinceramente que ganen.
Y vuelvo a mi muro programado por la IA que me conoce mejor que yo mismo y veo el 37% de reels que no son curvas y contracurvas y mis alarmas se disparan. Exactamente eso, se disparan. Porque el resto de videos son en su mayoría gente disparando armas de fuego, pistolas, subfusiles, ballestas; en campos de entrenamiento a dianas, en aparcamientos a latas, en bosques al enemigo; hombres de uniforme, mujeres en short, tipos con aspecto de oficinistas. En unas ocasiones las disparan, en otras las cargan, las desmontan, las contonean para mostrar sus empuñaduras y cañones, sus curvas y rectas las convierten en objetos eróticos. Y lo peor de todo es que yo los miro, miro esos videos y pienso: ¿realmente me interesan? ¿la IA las elige pensando en mí o me aplican el paquete correspondiente a hombre occidental mediana edad junto a los otros 67% de videos que mencione antes? ¿qué relación hay entre los tips para tornero o encofrador y los manuales de montaje de un AK 47? ¿por qué no elije alguno de gente manejando carros o camiones o leyendo poemas?
Mi mitad femenina está realmente preocupada, no es para menos. Piensa que estamos en un fin de ciclo como se estuvo al pasar de ser un mundo agrícola a uno industrial, a uno financiero después y ahora quien sabe en que nueva era estamos entrando. Poderes muy poderosos saben que se van a ver desplazados, que están surgiendo otros poderes tan poderosos como ellos con un proyecto de futuro diferente al establecido, un nuevo modelo económico, energético, geopolítico, de relaciones interpersonales, un nuevo mundo en definitiva y la lucha es encarnizada entre los que llegan que quieren ser y los que estaban que desean seguir siendo. Ambas mitades, femenina y masculina, se juntan algunas tardes, miran en silencio y se preguntan quien ganará. Saben que todas estas tonterías de redes sociales, reels, inteligencias artificiales no lo son, son algo muy serio. Y unos días cambian la pantalla por un libro y otros siguen hipnotizados con el brillo de los led, y cada cuanto se preguntan quien ganará.