CURÁNDOSE EN SALUD

Javier Vásquez

Las hemorragias vaginales pueden acompañar a las mujeres desde su nacimiento hasta su senectud, generalmente asociadas a patologías benignas y, menos frecuentemente, a malignas.

En la primera infancia la causa más frecuente de sangrado genital es a la larga la vulvovaginitis hemorrágica que generalmente se asocia a shiguella, una enterobacteria, que produce flujo y prurito llevando a la niña a rascarse produciéndose pequeñas úlceras o lesiones que sangran escasamente pero que causan alarma justificada en los padres. Otras son los traumatismos genitales por golpes y caída a horcajadas que pueden llevar a hematomas de consideración que se acompañen también de un dolor intenso; en estos casos se necesita debridar el hematoma.

Causas menos frecuentes son la pubertad precoz, que se presenta antes de los 9 años, el abuso sexual, los hemangiomas que son tumores generalmente benignos y a veces muy sangrantes, cuerpos extraños que se introducen las niñas en la vagina (a la cabeza el papel higiénico), parasitosis, como el enterobius u oxiurios o chicuaca, que produce un prurito atroz que lleva a rascarse produciendo lesiones sangrantes y pólipos vaginales.

En las mujeres en edad fértil los sangrados están asociados con mayor frecuencia al embarazo: amenazas de aborto o los abortos incompletos. También a los desgarros vaginales, lesiones en el cuello del útero, la ingesta inadecuada de píldoras anticonceptivas, generalmente por automedicación. Mas una causa frecuente es lo que se conoce como hemorragia uterina disfuncional o anormal que se debe a la producción irregular de las hormonas estrógeno y progesterona por le ovario; este diagnóstico solo lo puede hacer el médico después de exámenes y estudios. Los sangrados a esta edad se relacionan también a los miomas uterinos submucosos y algunos quistes de ovario. Otras enfermedades infrecuentes que pueden llevar a sangrado vaginal pueden ser las discrasias sanguíneas como la púrpura trombótica trombocitopénica u otras. El dengue, cuando se asocia a disminución de plaquetas también puede llevar a este tipo de sangrado. También, aunque no tan frecuentemente lesiones por cáncer de cuello uterino.

En la edad del climaterio se pueden presentar hemorragias vaginales por la producción irregular de las hormonas antes mencionadas.

En la tercera edad un sangrado vaginal puede asociarse a cáncer de cuello uterino o cáncer de endometrio y se necesita evaluación por el especialista para un diagnóstico correcto. Una causa frecuente de sangrado es la vaginitis atrófica que se debe a la baja producción de estrógenos que tiene como una de sus funciones lubricar la vagina. Al disminuir esta la vagina se seca y se irrita fácilmente y como generalmente hay algún grado de prolapso a esta edad, el roce de la vagina con la ropa interior lleva a ulceraciones que pueden sangrar, esto se puede corregir fácilmente con la aplicación de cremas con estrógenos que actúan a nivel local y son bastante efectivas.

Evidentemente los sangrados vaginales se pueden presentar en cualquier momento, no debe ser motivo de alarma, pero es perentorio acudir a consulta médica para un diagnóstico y manejo oportunos.

Lo principal es acudir rutinariamente, se sugiere una vez  al año, a consulta ginecológica, lo que permite prevenir muchas patologías, enseñar el manejo adecuado de anticonceptivos (nosotros vemos en la consulta hemorragias vaginales por el uso y abuso de la píldora del día siguiente, por ejemplo) y dar normas de salud que evitarían todas estas molestias.