Por Miguel Donayre Pinedo

Estos primeros días en Lima en plena campaña electoral peruana el tiempo juega caprichosamente entre el poco sol y el cielo gris. La campaña entra en su recta final, faltando días para la decisión de los electores y electoras. Lo que se observa desde las galerías más que debate de ideas son puyas de uno y otro lado, amén del escoramiento sin titubeos hacia la candidata K de parte del grupo de El Comercio [ni que se diga de Perú 21], que presumiblemente era el abanderado de la libertad de expresión y un espacio donde se luchaba contra el despotismo autoritario de personas que ahora rodean a la candidata K, parece la inicial de una narración de Kafka o Bretch y el logo a una historieta japonesa, seguro que su padre director de campaña y experto psicosocial de la hija lo tuvo en cuenta. El diario decano muestra su devoción a K sin ningún escocimiento moral. La veo en la televisión y de sus palabras no advierto sinceridad, se parece mucho al escaqueo del mandarín de su padre, dice medias verdades. Elusiva en temas cruciales y remachadora en los cuales le han aconsejado que debe insistir. Las encuestas todavía no dicen mucho, las urnas dirán el resultado.

2 COMENTARIOS

  1. Comentarios del aire porque hace tiempo que vives en la nube de España … hay que sumergirse en las calles y barrios del Perú para opinar sobre esta contienda electoral …

  2. Lamentable señores y señoras, pues los que antes se beneficiarion del dinero que les daba el chino y su clon montesinos quieren voolver a sus años mozos de corrupcion.
    Pues nuevamente bailaran al ritmo del CHINO, por eso en las urnas decidiremos no permitirles seguir con el baile de corrupcion. NO A LA K, con sus falsas promesas.

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