Hace poco, Keiko Fujimori ofreció una conferencia de prensa, donde –entre otras cosas- dijo que el Perú la eligió para ser oposición. Detrás de ella estaban los 73 congresistas de Fuerza Popular, quienes juraron su “lealtad” a la hija de Alberto Fujimori. Lo extraño, es que de los 73 congresistas, solo 11 son militantes del partido, el resto son invitados, entre ellos Patricia Donayre, Juan Carlos del Águila y Tammy Arimborgo, congresistas electos por Loreto. El gobierno de PPK tendrá un hueso duro de roer, ya que los fujimoristas no muestran la menor intención de apoyar al ejecutivo. A esto hay que sumarle la falta de interés de Keiko Fujimori de reunirse con Pedro Pablo Kuczynski y hablar del “Plan Perú”, un documento que reúne una serie de propuestas para mejorar la economía, la educación, la salud, la agricultura, entre otros sectores. PPK ha sostenido reuniones con Alan García, Fernando Olivera, Luis Ibérico, Alejandro Toledo y César Acuña, además ha recibido el respaldo de Verónika Mendoza, quien ha mostrado su intención de postular nuevamente a la presidencia el 2021. PPK ha buscado coincidencias con todos los mencionados, quienes a su vez han hablado de fortalecer la gobernabilidad por el bien del país. Y ojalá que esta especie de “alianza” por la gobernabilidad no sea flor de un día –como lo fue en el gobierno de Ollanta Humala-, sino que se mantenga durante los cinco años, y ojalá que permita la creación de un “Agenda Perú” a largo plazo, donde se sienten los lineamientos para un crecimiento sostenible del Perú en los próximos 30 años. Este ejemplo ha permitido que países como Chile y Uruguay crezcan a un ritmo sostenido, independientemente del presidente. Keiko ha dicho que continuará al frente de Fuerza Popular, pero no dijo si volverá a postular en el 2021 (o si lo hará su hermano Kenji, que es lo más probable). Pero, ¿qué probabilidades hay de que la bancada fujimorista permanezca unida y que la cúpula fujimorista no se empiece a desmoronar? Para ser honesto, yo creo que los fujimoristas empezarán a tener problemas pronto, si es que cierran filas completamente contra PPK y su gabinete, ya que muchas de las propuestas del próximo gobierno buscan reformar y mejorar el Estado, y para esto es fundamental el apoyo del legislativo. En una reciente entrevista, a PPK le preguntaron si pensaría en disolver el Congreso, tal como lo hizo Alberto Fujimori el 5 de abril de 1992. Él respondió que preferiría no llegar a ese extremo, aunque la constitución lo faculta. Y es que si Fuerza Popular no sustenta adecuadamente su posición frente al oficialismo, esto puede generar conflictos no solo con otras bancadas o el mismo gobierno, sino también con la ciudadanía, que estará vigilante de la gestión que haga PPK y de la posición que asuma el fujimorismo. Hace poco, Climper emitió un comunicado donde menciona que el audio “manipulado” del piloto Jesús Vásquez, entregado al fenecido programa periodístico “Las Cosas Como Son”, fue por orden de los integrantes de Fuerza Popular, algo que fue rechazado por Martha Chávez y María Cuculiza, quienes dijeron que el secretario general debe asumir su responsabilidad. Hoy, Kenji Fujimori dijo que será presidente del Congreso y que no postulará a la presidencia el 2021, algo que muchos no le creen, ya que puede ser una estrategia del fujimorismo para levantar sus bonos. De todas maneras, este nuevo Congreso no pinta tan bien como otros, ya que la bancada naranja genera una serie de dudas sobre su función parlamentaria, algo que esperamos, solo sea una conjetura.