Herencia envenenada

Por Miguel Donayre Pinedo

Cada vez que reflexiono sobre el legado autoritario de un país como España o Perú pienso que es una tarea hercúlea, de todos y todas en la sociedad, en revertirlo. Hay que luchar contra estructuras mentales muy difíciles de cambiar. No es una cuestión de elecciones cada cuatro o cinco años, es más que eso. Es un ejercicio de cada día. Un ejemplo de ese legado antidemocrático es el actual presidente de gobierno de España, ante medidas que afectan directamente a los bolsillos o carteras de la ciudadanía, no da la cara. Ha sido un ajuste brutal y que pone en cuestión la vida de muchas familias, muchas de ellas en el paro. Se esconde como un cretino [el ex presidente Zapatero fue una gran decepción en este extremo, torpe y tomando medidas a lo loco, sin explicarlas el porqué]. Es un hecho grave de esta persona en ese puesto de poder. Me recuerda como naufrago [peruano] experto en medidas gubernamentales de shock económico, a las palabras finales de un ex ministro fujimorista, que dios nos ilumine o algo así. Los responsables directos se encubren. Temen que la ciudadanía los cuestione, huyen como alma que lleva el diablo. Es parte de ese legado autoritario difícil de alejarnos. PD: El tema de la minería en Perú está cortado con la misma tijera autoritaria de ambos lados, por eso se anuda a cada paso.