Dos pinturas de Gladys Zevallos ilustrarán las portadas de los libros de Ana Luisa Ríos y de Melissa Mendieta dentro del proyecto que impulsa Tierra Nueva denominado “Río Marañón”. Preguntada sobre el proyecto y si su participación lo ve como un reconocimiento a su trabajo, la artista que vive en Manacamiri en un predio que ha denominado Yurmamaná, expresó “por supuesto que es un reconocimiento y un honor que me hagan partícipe de ilustrar dos portadas de libros de autoras mujeres. Hay muchas formas de hacer arte y el ilustrar libros lo es, se difunde las obras artísticas a través de las portadas de libros, de afiches, en cine, documentales, etc”.
Se ha juntado a varios escritores y pintores y ojalá haya más proyectos de este tipo, le comentamos y ella con esa jovialidad tierna y pausada que tiene exclama: “Siiii, debería ser una constante este tipo de proyectos culturales, gracias a Tierra Nueva”.
En verdad el agradecimiento es eterno y antiguo. Porque Gladys siempre estuvo con Tierra Nueva y los proyectos emprendidos de difusión cultural. En estos tiempos de pandemia seguro que su actividad se ha visto afectada. Pero ella, contamanina y guerrera como es nos dice: “En toda adversidad hay que usar la inteligencia, el ingenio y la creatividad. Ahora tiene sus riegos hacer exposiciones presenciales, pero existe la tecnología y se crean programas virtuales. Aparte en casa, seguimos pintando, no en lo convencional que serían los lienzos sino un arte utilitario. Por ejemplo, yo estoy fabricando bebedores para atraer colibríes con reciclados, luego los filmaré y colgaré en YouTube, o podrían visitar en forma controlada a futuro aquí en Yurmamaná”.
Está adecuándose a estos tiempos y ese proyecto le ha llevado tiempo. Antes, tuvo que preparar el terreno sembrando hortalizas, ají dulce, zapallos, tomates que florecen atrayendo no solamente a los colibríes sino también mariposas. Cerca de ello se siembran papayas más el árbol de achiote que atrae a otros pajarillos. Todo esto estará muy colorido con la pintura decorativa o utilitaria. “En tiempos difíciles lo que nos salva es el ingenio. También ya tengo bolsas de algodón para ser pintadas decorativamente y ofrecer luego al público. También estoy haciendo faroles de retazos reciclados y pintados. El pintor no sólo vive de lienzos y galería”.
“Como antes hacía cuadros pictóricos y enseñaba a trabajar con tintes naturales, con la pandemia del Covid se ha limitado esta actividad. Pero los pigmentos naturales los estoy llevando a otro rubro: estoy fabricando jabón líquido con pigmentos naturales o plantas medicinales para ayudar al público a un lavado de manos constantes para evitar la pandemia, pero en este caso como un aporte social, ofrecería a un precio simbólico sólo a las comunidades cercanas al río Nanay”. Así terminamos el diálogo que comenzó con la colección de Tierra como pretexto, pero que nos sumergimos en sus pasiones y proyectos que, finalmente, son lo mismo en una mujer apasionada y llena de proyectos.