Escribe: Leonardo Inga, congresista de la República

Nadie duda que la pandemia ha cogido desprevenido al mundo en general y ni que decir en nuestro país, donde el sistema de salud pública se encuentra colapsado, con una inversión de sólo el 2.2% del PBI, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el gasto público en salud debe llegar al 6% del PBI.

Somos el sétimo país en el mundo con mayor cantidad de contagios por el COVID 19 y actualmente tenemos un excedente de 46 mil ciudadanos fallecidos, en comparación con el año 2019. Sin embargo, a pesar de las estadísticas mencionadas, el ejecutivo aún no ha sincerado las cifras de fallecidos por esta crisis sanitaria, ocultando a la población la real dimensión de esta enfermedad.

Vizcarra, en su mensaje, nos decía que, “La muerte de cada peruana y peruano es una pérdida irreparable para el país y nos afecta a todos”, no escuchamos el mea culpa del gobierno ante los constantes errores cometidos por contener la propagación del coronavirus y, a su vez ¿cuál será la nueva estrategia para evitar más contagios y muertes en nuestro país?

Ante esta situación, el gobierno ha creado un nuevo bono de “Orfandad” para los niños que perdieron a sus padres, otorgándoles una pensión de 200 soles, hasta que alcancen su mayoría de edad, con la finalidad de paliar la difícil situación económica que vienen afrontando. Asimismo, se anunció el aumento de los beneficiarios al bono universal, de 6 a 8.5 millones de familias, que hacen un total de 6,500 millones de soles. Si bien, es importante el anuncio de la entrega de los diferentes bonos, sin embargo nos preocupa la falta de información necesaria para armar el padrón de beneficiarios, por el desorden y la ineptitud del gobierno; esperemos que esto no se imponga como ya ocurrió en la entrega de los anteriores beneficios económicos para los más necesitados.

Dentro de su mensaje resaltó, la adquisición de 105 toneladas de oxígeno medicinal para la atención del estado de emergencia por COVID-19, pero aún resulta insuficiente, ya que ello no logra cubrir la brecha existente. Cabe resaltar, que el pasado 03 de julio presentamos un proyecto de ley que permite, de manera permanente, el uso del oxígeno medicinal con una concentración no menor al 93%, como lo recomiendan la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a fin de combatir el oligopolio existente y garantizar el acceso, disponibilidad y abastecimiento del oxígeno medicinal en el mercado peruano. A su vez, dicho proyecto declara de interés nacional y necesidad publica la instalación de plantas de oxígeno medicinal en los establecimientos de salud de segundo y tercer nivel de atención.

Es importante mencionar que un día antes del mensaje presidencial, junto a otros colegas congresistas exhortamos, a través de una conferencia de prensa, al ejecutivo, a disponer en el marco de la crisis del COVID 19, la intervención del MINSA en las diferentes regiones del país que se encuentran en cuarentena focalizada. Cabe señalar que este pedido fue una reiteración de la Autógrafa de Ley, aprobada por el congreso, que otorga facultades al MINSA para ejercer la rectoría en el cumplimiento de la política de salud nacional, y que, en su numeral 4.7 del artículo 4°, que personalmente impulse tiene por objeto mejorar la estrategia de lucha contra el COVID 19, pero, increíblemente, Vizcarra observó dicha Autógrafa de Ley el 17 de junio esperando el hasta el último día para observarla.

El reciente mensaje presidencial nos deja un sinsabor al no haber escuchado ningún tipo de anuncio sobre la inversión en obras públicas para los nuevos proyectos en las diferentes regiones del país. Asimismo, no se pronunció sobre aquellas obras que se encuentran paralizadas e inconclusas, como es el caso del Hospital de Apoyo de Iquitos. Según un informe de la Contraloría General de la República, a marzo de 2019, existen a nivel regional 867 obras paralizadas, equivalente a un monto superior a los 16,000 millones de soles.  De acuerdo a dicho informe, en la región Loreto existen 49 obras paralizadas, siendo el monto contratado superior a los 550 millones de soles.

Como hemos podido observar, el mensaje estuvo plagado de muchas promesas, pero el ejecutivo no cuenta con un plan estratégico, que no solo nos permita hacerle frente a la pandemia, sino que, además, vislumbrar un futuro económico sostenible.

Hoy, con decenas de hospitales colapsados, desabastecimiento de oxígeno, pacientes en las calles, cifras de contagios en aumento y una economía cada vez más golpeada, se sigue esperando acciones efectivas del ejecutivo que, hasta el día de hoy, no se dan.

Hoy con la presentación del gabinete Cateriano en el Congreso, Vizcarra tiene una oportunidad más de poder mostrarle al país su plan de acción contra la pandemia del Covid-19 y la reactivación económica, esperamos que no se desaproveche esta oportunidad por el bienestar de todos los peruanos.

¡Juntos Saldremos Adelante ¡