Ha causado mucho revuelo que un curita de una parroquia muy conocida en Arequipa haya sido descubierto entrando a un hostal de medio pelo acompañado de una dama que trabajaba en su parroquia. Al principio las cosas no eran más que algunas fotografías que revelaban cierta indecencia, pero, como al parecer todo estaba preparado poco a poco se fueron soltando mensajes, fotos y declaraciones de la dama que no había más que concluir que el curita había sido un empedernido gentleman para damas conocedoras de su lívido.

Después, como toda ciudad semi conservadora, semi pacata y semi obediente de las formas de su Iglesia, quiso escuchar las explicaciones del capellán (ex monseñor) quien terminó por embarrarla, pues trató de explicar sin conseguirlo que la (s) dama (s) no iba (n) a conseguir mucho fijándose en un cura y si esto de pecar por la carne estaban a punto de cometer en otros puntos cardinales de la ciudad, lo buscaran a él. Imaginamos para renovarles su fe o el celibato.

Lo que más le preocupa a la gente es que va pasar con las festividades del Divino Niño que es cada vez más creciente por estos lares. Aunque el diario que destapó “la bomba” ha roto en tiraje y lectoría, la gente lo que realmente se pregunta si esto afectaría los rituales del 20 de cada mes donde Roberto Cartagena Rivera participaba diligentemente.

Y no creo que la mayoría se haya enterado que este cuento del celibato en realidad es un invento muy humano que tiene que ver con el régimen de la propiedad de los bienes de la iglesia, precisamente para que estos curitas faltosos, que los habido desde siempre, no se hagan de hijos o que en todo caso si lo hagan que estos vástagos no reclamen propiedades, porque eso sí, para un sector importante de la curia, era atentar contra ellos. Que un cura tenga amoríos, pasiones y entuertos es semi normal. ¡A ver que tire la piedra quién no se ha enterado de muy cerca de algún sacerdote que haya tenido estos tipos de amoríos de entre mes! Por favor! Nos faltan dedos para contar.

El tema más que para la indignación de algunas feministas que se han sentido ofendidas por satanizar las opiniones que culpan a la dama Jesica La Torre (37) llamándola prácticamente fácil, pasa por poner en debate de una voz por todas si el celibato religioso es una jerarquía humanamente posible. El debate que en algún momento se ha distorsionado también porque el muy pendejo utilizaba la camioneta que ella le había prestado para pasear a otras damas igual de creyentes de los devaneos del cura.

No sé si aquí funcione esto de: “Dios perdona el pecado pero no el escándalo” aunque es sumamente es válido. Si el Cartagena éste no vaya a ser recibido nuevamente entre las sotanas de los franciscanos, sin duda va tener un sitio privilegiado y tarjetas de crédito con harto saldo en las peñas de los sábados de cualquier barrio achorado o en los jueves de patas de cualquier nigth club, porque realmente se las trae. Imagínense que el muy conchudo interpuso una denuncia policial cuando la mujer recuperó su camioneta que él utilizaba para el flirteo.

“Para mi fueron los momentos más lindos” ha dicho la dama antes de dar declaraciones con lujos de detalles y fotografías por doquier con el curita y con esto terminar su destino de franciscano. Jamás te enfrentes a una dama despechada, habrían dicho algunos machistas de las redes para sonrisa de muchas damas que deben estar gozando con los pormenores del galán de la sotana. Mientras uno más cae, el resto se arrodilla para no caer en tentación y su organización no soporta más los agujeros de la pasión que en breve nuevamente nos ofrecerán una nueva historia.

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