Por: Moisés Panduro Coral

Lo advertimos hace tiempo. La situación de Loreto, en este momento, es cada vez más parecida a la de Cajamarca en el periodo del señor Santos. Hay aquí una responsabilidad del señor Humala, cuyo gobierno no solo no ha tenido ni tiene un norte, sino que con su prédica demagógica y su praxis nihilista ha generado dentro de sus mismas entrañas una anarquía que le está costando caro al país. El discurso de “agua, sí, oro, no” le sirvió al candidato “nacionalista” para cosechar el 52.2% de los votos en Cajamarca, mientras que en Loreto el trillado “balón de gas a 12 soles” le reportó el 56.9% del electorado.

Con esas votaciones, el humalismo obtuvo 2 congresistas por Cajamarca, uno de ellos, mi amigo Jorge Rimarachín, quien después se volvió un fiero opositor que llegó incluso a impulsar la vacancia presidencial de su ex jefe. En tanto, en Loreto, obtuvo 1 congresista, el señor Isla, ex Vicepresidente del gobierno regional de Loreto, ex responsable de las concesiones forestales, ex coordinador del avión venezolano para la operación Milagro, que llegó a ser presidente del Congreso en representación de la bancada humalista, y que, recientemente, en el Congreso abogó por una moción que, en el tema de la intervención de Petroperú en el Lote 192, enmendaba la plana a su jefe.

Antes de que el señor Santos asumiera, en 2010, la conducción del gobierno regional de Cajamarca, su región tenía una tasa de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de 7.1%, largamente superior al promedio nacional, y eso que estamos hablando del 2009, el año en que la crisis financiera internacional desencadenada en 2008 afectó gravemente las economías de todas las naciones del mundo. Tras varios años de bloqueos de carreteras, tomas de infraestructura, hostilidad a la inversión privada, la minería y el turismo languidecieron, su economía y la creación de oportunidades paralizó, y hoy tenemos a la pobre Cajamarca cuesta abajo con un crecimiento de su PBI en 2014 de -0.9%, negativo  y muy por debajo del promedio nacional que es de 2.4%. A pesar de todo, el señor Santos fue reelegido.

Por nuestra parte, en Loreto, en el año 2009, la tasa de crecimiento del PBI fue de 2.2%, en gran parte debido a las inversiones del gobierno de Alan y a la participación de la actividad petrolera; en el año 2014, sin bien es cierto, la tasa de crecimiento es de 3,3% es necesario precisar y consignar que ese menudo nivel de desempeño se debe fundamentalmente a la actividad petrolera que representa el 36.1% del total de su estructura porcentual, lo que quiere decir que más de la tercera parte del PBI de Loreto está relacionada con el petróleo.

Entonces, llegamos a 2015. Había la esperanza de que la gestión del señor Meléndez iba a reenrumbar la nave, ya que el dispendio presupuestario y el ningún resultado fue clamoroso en los ocho años precedentes de la gestión del señor Vásquez. Pero, tras cuernos, le cayeron palos a Loreto. El año 2015 nos encuentra con una expectativa alta de satisfacción de necesidades y de inversiones basada en el canon petrolero exacerbada por los ofrecimientos de campaña, un bajón de precios de petróleo en el mercado internacional, consultas previas sin concluirse, un enfrentamiento a muerte entre autoridades del mismo movimiento político que ganó las elecciones regionales y municipales del año pasado (cada uno con su prensa y sus promotores pagados), y una improvisación conmovedora e indignante, al mismo tiempo, de su gobernante regional que ante la seria crisis plantea como propuesta única a negociar la estupidez de pretender que una empresa fracturada corra inmediatamente una carrera de 1000 metros con vallas.

Y,  después,muérase de la risa: los apristas son los “traidores”. ¡No frieguen, pues, pedazo de simplones!

2 COMENTARIOS

  1. Mi estimado Moises Panduro, tu eres también un traidor, no te salvas, dices cosas y haces otras cosas buscas tu conveniencia personal.
    Por que santo no lo eres.

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