Al comentar el libro de crónicas “CoNpasión – Familia, prensa y sociedad” de Jaime A. Vásquez Valcárcel, que forma parte de la colección “Río Marañón” que editorial Tierra Nueva ha lanzado al mercado con éxito en ventas, el obispo de Iquitos, Miguel Ángel Cadenas, expresó que “conjuga en el mismo título pasión y compasión. Me parece que la vida consiste precisamente en eso. Sin pasión la vida se vuelve insulsa. En el libro aparece la pasión por la vida, por los personajes y por la escritura. Y compasión, los personajes están tratados con cariño, incluso cuando no está de acuerdo con ellos. Lejos de mostrarse duro, se percibe compasivo y humano”.

“El libro permite ver una parte de Loreto, a través de la mirada del periodista Jaime Vásquez. Está dividido en tres partes que se corresponden con cada uno de los subtítulos. Los capítulos son cortos y de fácil y ágil lectura. Está inserto en la colección Marañón, que consta de otros 9 libros, disímiles entre ellos pero que consiguen formar un conjunto diverso y plural, como la Amazonía misma”.

“Me ha interesado particularmente cómo, a través de la mirada de Jaime Vásquez, se puede observar una región como Loreto. En los comienzos, con la familia como telón de fondo, aparece el pueblo de Barranca, cercano a un puesto militar. Salpicados por la geografía aparece Pucallpa, Lima, Yurimaguas, Arequipa, Ilo, Moquegua, Tacna… Incluso, Leticia”.

“Sin embargo, la geografía de la globalización está circunscrita a personas concretas. Así aparecen lugares como Níger y Nigeria, Amsterdam, Canarias, Salamanca, Oxford, USA… Aunque también Israel, hijos de portugueses y judíos. Como no podía ser de otra manera, aunque sea de refilón, salen a la luz el caucho y los hijos que dejaron. No es un libro sobre el sufrimiento del Putumayo y otros dolores, que ya están presentes en otros libros de esta misma colección”.

“Sin hacer un recuento exhaustivo de los lugares que aparecen, aunque son importantes, nos muestran la globalización en la sangre en personas concretas, encarnadas. El libro sitúa Barranca en el comienzo. Me hubiera gustado saber cómo llegan ahí. Barranca se convierte en el lugar de origen de la migración a Iquitos. De ahí aparece la dispersión. Viene a ser la historia de la globalización en nuestras vidas”.

“En una lectura muy personal, me interesa algo marginal en el libro, se pueden intuir las creencias. Me parece que es un libro de creencias, un libro donde Jaime se muestra a través de lo que escribe. Pero nos vamos a circunscribir a la fe cristiana. Se percibe una madre muy religiosa, ligada a tradiciones cristianas y oraciones. Sin embargo, con la generación de Jaime, que ya no es ningún jovencito, algo se ha debilitado. No se cuestiona el cristianismo en el libro, pero digamos que aparece como periférico, superficial, como algo de lo que se proviene pero que es relegado a los márgenes. No es un tema personal, sino generacional. Es una manera de asentarse en el mundo. Recibieron un cristianismo escolar sin los fundamentos necesarios para la edad adulta. Un cristianismo que abandona el acompañamiento cuando se sale del colegio provocando su mismo desmantelamiento. Esto genera una desbanda. El cristianismo sigue vigente, pero necesita hacerse carne y cultura, si queremos que tenga presente y futuro”.

“Para concluir: coNpasión conjuga en el mismo título pasión y compasión. Me parece que la vida consiste precisamente en eso. Sin pasión la vida se vuelve insulsa. En el libro aparece la pasión por la vida, por los personajes y por la escritura. Y compasión. Como ya hemos indicado anteriormente, los personajes están tratados con cariño, incluso cuando no está de acuerdo con ellos. Lejos de mostrarse duro, se percibe compasivo y humano. Sólo queda la invitación a la lectura”.