Luis Moya, uno de esos biólogos patriotas con los que de vez en cuando jugamos unos partidos sabatinos en cualquiera de las canchas, ha escrito unas líneas a raíz del artículo publicado ayer. Y este periodista, además de emocionarse con esas palabras, siente la obligación de compartirlas con ustedes. Por los candoshi o kandozi, pues en internet se admiten ambos términos.

Dice Moya: Efectivamente fui uno de los especialistas que trabajó con los hermanos Kandozi desde el año 2004 al 2012 (fuimos un equipo de 5 personas que trabajó directamente en este proceso). La experiencia fue verdaderamente única, dado los lazos de amistad, conocimiento cultural y formación profesional que tuve en este maravilloso lugar, el cual puede ser no solo un potencial turístico por lo majestuoso que es el lago Rimachi, sino por el potencial de la diversidad biológica que existe en este vasto territorio, el potencial pesquero es importantes y la fauna silvestre también, tal es el caso que actualmente este pueblo cuenta con un Programa de Manejo Pesquero (PROMAPE), el cual fue elaborado sobre la base del conocimiento local, de igual manera un grupo de mujeres Kandozi vienen implementando hasta ahora su plan de manejo de taricaya “charitos”, único aprobado fuera de áreas naturales protegidas y que este año ha repoblado más de 5,000 crías al medio natural, como parte del manejo de la especie. Este fin de mes está llegando el representante de manejo de recursos de la comunidad para vender este producto, y gracias al apoyo del PRMRFFS (Programa Regional de Manejo de Recursos Forestal y de Fauna Silvestre), han apoyado en este proceso facilitando los trámites administrativos. Este enero se piensa realizar el repoblamiento de unos 500 ejemplares (restantes), para lo cual quedas invitado cordialmente, ya te alcanzaremos la fecha exacta para que puedas conocer como se realiza este proceso. Aunque el proyecto haya concluido y no se cuente con financiamiento, desde acá seguimos apoyando los que formamos parte de este proyecto, al igual que WWF quien a través de un trabajo de incidencia apoya las iniciativas dejadas en la zona”.

Es necesario decir que tanto las palabras de Luis Moya como de quien tiene a cargo esta columna siempre serán insuficientes para graficar la bondad de los candoshi y las maravillas del entorno en que viven. Ver en su hábitat natural a las charapas que dan origen al gentilicio con que nos conocen fuera o apreciar a la primera mujer que estudia Educación Secundaria porque ancestralmente estaban excluidas de ese nivel no solo es renovar la esperanza que siempre habrá lugar para una mejor vida. Y que el potencial de esa gente combinada con el profesionalismo de loretanos como Luis Moya son los ingredientes necesarios para saber que llegará el día en que tanto el campo como la ciudad tengan ciudadanos con salud, educación y alimentación de primera calidad. Como esto nunca termina, solo añado por el momento que da gusto saber que entre los jóvenes y no tan jóvenes de los sábados deportivos se esconden personas con las características del biólogo Luis Moya.

[cryout-button-dark url=»#»]NOTA:[/cryout-button-dark] Ayer se puso río Morona y debió decir río Pastaza, error lamentable atribuido únicamente a este columnista.

1 COMENTARIO

  1. buenas noches.
    para personas no familiarizadas con el tema del presente articulo, realmente quedamos sin entender de que cosa quiere tratar de decir el autor.seria bueno al escribir una nota periodística, intentar responder todas las interrogaciones que un lector pueda tener en relación al asunto escrito.gracias

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