Percy Vilchez  Vela

El regreso de los peloteros peruanos a los entrenamientos resultó una jornada bastante extraña. El entrenador Ricardo Gareca, impulsado por cambiar radicalmente su sistema, suprimió los ejercicios físicos,  los encuentros con la pelota, la urgencia de las estrategias y otros pasos propios de la preparación para los partidos. En vez de ello obligó a los jugadores a juntar la basura que había en las calles de Lima. Los futbolistas no pudieron protestar ante esa medida ya que fueron amenazados con ser expulsados en el término de la distancia y provistos de bolsas de plástico tuvieron que proceder a juntar los desperdicios que encontraban en su andar diario. En esas labores recibieron la asistencia de un experto en baja policía, un diestro en juntar la basura,  conocido como Gerson Lecca. El citado fue contratado ventajosamente por el mismo Gareca, quien se negaba a explicar las razones por los cuales hacia juntar los desperdicios a los jugadores elegidos.

Eran entonces los tiempos en que Qatar aparecía en el destino manifiesto del país incaico. Era otro mundial pelotero que se insinuaba en el horizonte y los jugadores tenían que juntar toda la basura posible, incursionando en los arrabales finales de la capital donde era frecuente que los peloteros encontraran cerros de desperdicios. Esos desperdicios eran luego llevados a pie a un colosal relleno sanitario. Allí los jugadores esperaban que aparecieran los recicladores quienes se encargaban de seleccionar los desperdicios. En poco tiempo Lima dejó de ser la horrible ciudad con tantos basureros públicos. Los futbolistas lograron acabar con ese flagelo. Y luego viajaron a Iquitos donde abundaba la basura.

En extenuantes jornadas, contando con el apoyo de gente vinculada a Gerson Lecca, los peloteros peruanos se desplazan ahora mismo por las calles de la ciudad juntando todo lo que encuentran. La primera impresión es que pronto la ciudad lucirá un rostro nuevo, un rostro limpio de desperdicios.  Los peloteros peruanos están dispuestos a seguir en la brega contra la basura de siempre para después enfrentarse a los equipos que también quieren arribar a Qatar.