Arbitrajes

ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel

A ocho meses y una semana del estreno de la gestión municipal que tiene como marioneta a Charles Zevallos Eyzaguirre las contradicciones de los principales funcionarios acompañadas de ilegalidades que en la mayoría de los casos ya no debe extrañarnos. La penúltima fue aquella “bola” que afirmaba que una empresa proveedora de la MPM había embargado el sueldo de los trabajadores y por eso no se podía cumplir con el pago de remuneraciones de agosto y lo que faltaba del aguinaldo de fiestas patrias. La “bola” mayor fue que los funcionarios desconocían de esa deuda. Tremendas mentiras se caían solo con la comprobación que mensualmente ingresa a las arcas ediles –por todo concepto, hasta canon forestal hay- cerca de cinco millones de soles y recordar las palabras de los propios funcionarios.

Porque si de embargos se trata, aún falta más. No hay que olvidar que en el primer trimestre varios funcionarios han señalado que cerca de 10 millones se debe por deudas atrasadas que ya tuvieron un arbitraje que obliga a la MPM a honrar esos compromisos. Los 359 mil soles de la semana pasada son cifras menores si comparamos con los gastos e intereses de esa misma deuda.

Solo los dos millones 700 mil soles que se tendrá que pagar a una constructora por un arbitraje es sintomático. Se trata de la obra “Construcción del sistema de alcantarillado calle los Girasoles y anexos del AA.HH. Fernando Lores. La empresa “Construkselva” del señor Jorge Cabrera solicitó en su liquidación se le cancelé 4 millones y algo más producto de pagos pendientes y gastos generales que se originaron por demoras en pagos de valorizaciones. La MPM practicó la liquidación y determinó que era 2 millones 700 mil. Como había dos cifras la ley permite dos caminos cuando surge una discrepancia: vas al arbitraje o concilias. La empresa contratista propuso la conciliación y la misma se realizó aceptando y reconociendo solo los 2 millones 700 mil. Esa es una deuda pendiente que tendrá que pagarse sí o sí.

No se tiene conocimiento que siquiera se haya amortizado la deuda aunque sí existe la “bola” que en los próximos meses la misma empresa ganará otras obras. Pero la demora en los pagos fue producto del atraso en el depósito del financiamiento por el Ministerio de Vivienda y Construcción a la Municipalidad. Ni ésta ni la anterior gestión tienen responsabilidad en ese lío pero la entidad pagará de todas maneras y, comprensiblemente, el constructor reclamará con embargo o no el dinero. Aquí no importa que la demora en la obra haya sido producto de la creciente del río que impedía continuar los trabajos y que el MVC no haya girado oportunamente el monto al que estaba comprometido de los 14 millones que costó esa obra terminada y liquidada. Y, claro, el próximo mes habrá un nuevo embargo y, talvez, las mismas palabras de funcionarios que han hecho de la mentira un pecado menor.