CURÁNDOSE EN SALUD

Javier Vásquez

La voz se produce en la laringe, una estructura con unos cartílagos flexibles que son el soporte de las cuerdas vocales. Estas están formadas por unos músculos finos, que dispuestos en posición horizontal forman una ‘V’. Para producir un sonido en concreto, las cuerdas vocales se contraen o se alargan. Por otro lado, también se da un cambio en la presión del aire al salir a través de los pliegues vocales. Todo ello produce una vibración que al resonar por la laringe produce el sonido. La diferencia en tamaño de las cuerdas vocales masculinas y femeninas hace que tengan distintos tonos de voz.

La voz humana, por su tonalidad típica, su flexibilidad y fácil emisión, es el instrumento más natural que existe. Ha servido de modelo y base para la ordenación y formación de las distintas familias de instrumentos que constituyen el eje de una orquesta. Debido a que la extensión de la voz se produce dentro de los límites del número de vibraciones que mejor tolera el oído humano, hace que sea considerado un instrumento muy agradable de escuchar.

Las voces humanas se clasifican, por lo ya expuesto, por sexos: voces masculinas y  femeninas. Luego, se clasifican por la tesitura (el registro de notas musicales que puede cantar cada voz): voces agudas,  graves,  intermedias y  sobreagudas.

Las voces femeninas se dividen en soprano, que es la voz más aguda de mujer. la mezzosoprano que es una voz intermedia y la  contralto, que es la voz más grave de mujer.

Las voces masculinas son contratenor, que es la voz sobreaguda de hombre. Esta es la voz equivalente a los antiguos «Castrati» del S. XVII.  Luego está el tenor, la voz aguda de hombre. Al igual que la soprano, es una voz muy admirada y utilizada en las óperas para los papeles protagonistas. Luego tenemos al barítono que es una  voz intermedia. Y por último el  bajo, la voz más grave de hombre. Es una voz que suele hacer los papeles de «malo» en las óperas por su timbre especial.

Existen diversas enfermedades que podrían afectar a nuestra voz, tanto de forma grave como leve. Verbigracia las enfermedades alérgicas, bacterianas o víricas pueden causar disfonías  siempre y cuando afecten a la laringe, como por ejemplo las bronquitis, faringitis,  amigdalitis, gripe, sarampión, reumatismo, herpes, o laringitis aguda.

El stress puede llevar a una forzada producción de la voz y esto puede provocar daños en el tracto vocal.  Pueden ayudar la respiración lenta y profundan y las técnicas de relajación.

La cafeína y el alcohol provocan deshidratación de las cuerdas vocales. El consumo moderado de éstas sustancias y el beber mucha agua ayudarán a combatir este efecto. Por cada taza de café que se tome es aconsejable beber un vaso de agua.

Aclarar la garganta (carraspear) y toser frecuentemente puede dañar los tejidos de las cuerdas vocales. Es conveniente tomar sorbitos de agua, y chupar un caramelo para aliviar o calmar estas molestias.

El fumar es la causa principal del cáncer de laringe y además provoca distintos tipos de enfermedades en las cuerdas vocales, como la  laringitis crónica. El reflujo gastro-esofágico  puede provocar problemas en la voz. Si se experimenta estos síntomas evitar las comidas copiosas, con grasas, fritas, el café y el alcohol.

Para cuidar la voz, entre otras cosas, evite los alimentos o bebidas muy fríos o calientes, no grite ni susurre con frecuencia, evite conversar por teléfono por más de 15 minutos. Curioso, ¿no?. Pero si las molestias persisten más de dos semanas debe acudir al médico, de preferencia al otorrinolaringólogo.