Escribe: Jorge Martín Carrillo Rojas

Si yo fuera policía sentiría vergüenza ajena que lleguen mis colegas desde Lima para desbaratar una bien montada organización para delinquir.

Si yo fuera policía sentiría vergüenza ajena de haber estado bajo las órdenes de un Técnico PNP, intervenido en un Megaoperativo contra el crimen organizado.

Lo acontecido ayer en nuestra ciudad con la presencia de más de 300 policías, de 29 fiscales de la Fiscalía Contra el Crimen Organizado de Lima, quienes desde la medianoche del miércoles, junto a personal seleccionado de la IV Macro Región Policial de Loreto, desbarataron a una bien montada organización criminal. Debería llamar a la reflexión de los buenos policías en Loreto, que sí creo los hay, a fin de que la delincuencia que es imposible expectorarla en forma total, al menos se reduzca en Iquitos y la región.

Tuvo que pasar un año de labor de investigación e inteligencia policial para que finalmente se capture a 15 personas de 20 que estaban en la mira y se allanen 21 inmuebles.

Los resultados fueron mostrados a los periodistas. La incautación de dos armas 9 milímetros, dos carabinas calibre 22, celulares, drogas, motocicletas entre otros bienes. Marco Antonio Pérez Guerra conocido como “Oso” o “Patrón” y su esposa, quienes serían los financistas para cometer los actos delictivos, fueron detenidos. Además de personas que llegaron desde el norte del país para delinquir en Loreto.

El grupo de detenidos, quienes serán investigados por el asesinato de cinco personas bajo la modalidad de sicariato, robo agravado, extorsión y el asalto a tres embarcaciones fluviales, muestran un pergamino de criminalidad que algunos veían muy distante que operara en Iquitos.

Sobre los dos policías detenidos, también serán investigados, para determinar qué papel cumplían para favorecer a los integrantes de esta banda criminal organizada. Si son inocentes, en 15 días se sabrá. Por ahora, Carlos Sánchez Moreno “Negro”, con quien más de un periodista entabló diálogo y recibieron información cuando laboraba en la Deprinci, muestra el rostro de un policía abatido, tras su detención.

En la banda criminal organizada no podía faltar la presencia de abogados, que terminan buscando defender lo indefendible. Otto Cárdenas deberá aclarar si terminó transponiendo la línea de defensa legal de sus patrocinados, para terminar cometiendo actos delictivos, o no. 

Lo que sí debemos esperar los iquiteños es que el general PNP Luis Cacho Roncal, expectore a los malos policías y los buenos se pongan a trabajar. Caso contrario habrá que esperar un año para que efectivos policiales y fiscales lleguen desde Lima, para que vuelva a caer una nueva o varias organizaciones criminales.

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