No solo los olores nauseabundos que se desprenden de los desperdicios que dejan los malos vecinos de Punchana se han convertido en un dolor de cabeza. Ahora lo es también un buzón de alcantarillado sin tapa, que se convirtió en un foco infeccioso.

Norma Rosales, una vecina del pasaje Purísima con Edilberto Valles, mostró su molestia con este hecho, porque el hueco resultaba peligroso y los lugareños hicieron un esfuerzo para colocar una tapa de manera improvisada.

“Deben tapar el buzón, porque los olores son insoportables, el municipio trajo una tapa simple y los moto furgones que pasan la terminaron por romper y lo que quedó se lo robaron”, comentó.

En el lugar se identificó que algunos pobladores de la calle Piurta y Borja, barren su basura y la dejan en la calle, y esta termina siendo arrastrada por el agua de la lluvia e inunda más el buzón.