Raymundo Portelli:

“La corrección verdadera es a solas, cuando uno realmente quiere el bien de alguien se corrige a solas, no delante de los demás, porque la persona se ofende, le estás insultando cuando lo haces delante de los demás, pero nosotros hacemos todo al revés, cuando veo a mi hermano cometiendo un error, hablamos con todo el mundo chismoseando y exagerando el error de mi hermano. Y al hermano le saludamos sin decirle nada, ahí no hay nada de amor, eso es odio”, dijo el padre Raymundo Portelli, durante la misa dominical de la parroquia San Martín de Porres.

También habló del amor, “el amor no es de palabras, se demuestran con actos concretos, es amar al prójimo como a ti mismo, como me gustaría que me saluden yo saludo, trata a los demás como quiero que me traten”.

Raymundo Portelli recordó a la madre Teresa de Calcuta diciendo que, “es sin duda uno de los muchos ejemplos que tiene la Iglesia de una persona que dedicó su vida al amor al prójimo, dedicarse a los pobres, pero viviendo con los pobres y como pobre. Pero no sólo es dar amor o comida, o alojamiento, hay otra obra que pocos mencionan y es más difícil, es la obra de corregir, la corrección fraterna, corregir a tu hermano. Si ves que tu hermano está pecando corrígelo, porque si no lo corriges y muere en su pecado, tú eres el culpable, pero si lo corriges y sigue igual, tú no tienes la culpa. La corrección fraterna es un acto de caridad, es un acto muy valiente y lo hacen quienes aman mucho”.