“Por los cerros de Úbeda. Tras las huellas de machado»

Por Miguel Donayre Pinedo

En el hotel donde nos hospedamos en Úbeda, en la comida, devoré relamiéndome un plato llamado, andrajos de bacalao con gambas [camarones], plato típicamente ubetense. Una delicia de plato. Siempre que recorro los pueblos de España un ingrediente indispensable en la mesa diaria es el pescado en todas sus formas. Así sea el pueblo más alejado del mar y esto viene desde antiguo. Lo cual revela la red de comercio y carreteras existentes que desde el mar Cantábrico, Mediterráneo o del Océano Atlántico para que puedan llegar a la mesa el pescado. Como amazónico pienso que en la costa peruana o muchas zonas de la sierra que no conocen las bondades de los peces amazónicos, claro está, que no se produce adecuadamente ese intercambio dinámico que ganaríamos todos y el paladar sería más plural e intercultural. Una vez terminado y revisando mapas decidimos ir a la ciudad de Baeza, quien junto con Úbeda, han sido declaradas Patrimonio dela Humanidad.Enverdad que no defraudan como urbes. Son de una belleza que te quitan la respiración por unos segundos. En el caso de Baeza que está al lado de Úbeda, unos diez minutos en autobús, su recorrido es bajo ese mar de olivares, todo verde sobre esos cerros. Cabe recordar que en Baeza estuvo como profesor el poeta Antonio Machado, hay una escultura del poeta en la avenida principal. Y comentan que tuvo uno de los momentos de mayor producción literaria, si lo fue, hace honor al marco geográfico de esos lugares. Solaz y de tranquilidad y como dijo el poeta … “se hace camino al andar”.