Termina abril y dentro de poco empezará mayo. Lo que significa que estamos a solo cinco meses de conocer quiénes ganarán las elecciones del primer domingo del décimo mes del año. Y aquí es bueno detenerse en las últimas encuestas publicadas, cuyos resultados son tan diversos como empresas existen dedicadas al rubro. Si son fotografías del momento no se entiende por qué los candidatos se empeñan en comprar cifras, criticar las mismas y a partir de ello concluir en razonamientos que al instante pierden su espacio y tiempo.

Hace algunos meses quien aparecía en la fotografía con Fernando Meléndez era Manuel Noriega, quien actualmente recorre las calles de la mano de Jorge Mera. Ese cambio ha cambiado totalmente el panorama. Pues, como es evidente, es diferente andar de la mano del extrabajador del Congreso que de la del excongresista. Si Noriega favorece a Mera o viceversa será materia de análisis post electoral. Igual si el alejamiento de Meléndez con Noriega perjudica al líder del MIL o viceversa.

Hay muchos detalles que aún falta definir para conocer si el electorado –tan voluble históricamente- terminará respaldando a un candidato. Aunque no es determinante pero un elemento que se tendrá en cuenta será conocer quiénes acompañan a los líderes. Pues –con más notoriedad que otras veces- se sabrá quiénes son los que apoyan financiera y logísticamente a una determinada agrupación. Y ahí el ojo del periodismo –es decir, de aquel oficio que no ha olvidado su esencia y de quienes aún tienen un poquitín de vocación- será vital. De los candidatos que inscriban en sus listas los conoceréis. La elección pasada se pudo hacer más por conocer las relaciones peligrosas y tempestuosas de los financistas con los candidatos. Desde aquellos que daban la cara y el DNI para aparecer como candidatos hasta esos que no tienen escrúpulos en colocar a sus hijos, cuñados, sobrinos y esposas en el cupo que les corresponde por pagar cupos mensuales.

La fotografía de ayer ya no será la de hoy ni tampoco la de mañana. Un caso simbólico es la del polémico y, la mayoría de veces, convincente –a pesar de los sofismas que su verborrea desborda en los medio de comunicación- Augusto Vargas Fernández. Es verdad que se ha tragado varios sapos por haber decidido representar a Fuerza Loretana como candidato a la Alcaldía de Maynas y que la misma corre peligro porque sus compañeros apristas –expertos en colocar zancadillas internas y externas- van a hacer todo lo posible por colocar como candidato de la estrella a Marcelo Zumaeta y con ello van a derrotar a dos con el tiro de uno. Es decir, a Marcelo y Augusto. También hay que decir que más son los sapos que debieron tragarse los de FL para aplaudir a un tipo que –sino comandó por lo menos avaló- fue parte de un sistema cuyas intenciones eran por demás inhumanas e injustas contra los hermanos de dicha agrupación.