Durante investigación realizada por científicos que emplearon imágenes satelitales para mejorar gestión de obras en el afluente Huallaga, Marañón, Ucayali y Amazonas.

En los ríos Huallaga, Marañón, Ucayali y Amazonas son muy pocas las centrales hidroeléctricas que tienen un sistema que permita el paso de los sedimentos, lo que podría alterar su equilibrio natural y producir un fenómeno de erosión en su fondo, haciendo que cambie su transporte de sedimentos.

Este es el resultado de un proyecto ejecutado durante el 2018 por expertos del Centro de Investigación y Tecnología del Agua (CITA) de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) que inició para estudiar a profundidad la morfología de los ríos de la Amazonía, que fueron bautizaron como «Ríos danzantes».

El ingeniero David Barreto Escobedo, líder del proyecto «Dancing Rivers» o «Ríos danzantes», indicó que la amenaza más preocupante y recurrente es la contaminación. Pero existen otros factores como la cantidad de construcciones u obras de infraestructuras, como hidroeléctricas, que alteran su equilibrio ecológico.

Para Patrick Venail, director del CITA, estas obras también generan efectos negativos en el flujo migratorio de los peces, «cuyo hábitat no es una sección del río, sino todo el río».

«Tenemos la idea de que las aguas oscuras son aguas contaminadas. En el caso de los ríos amazónicos es todo lo contrario: entre más oscura el agua, mayor concentración de nutrientes y elementos que van a ser el alimento de toda la llanura amazónica», reveló.

Es así que el proyecto «Ríos Danzantes» llama a la concientización para que cualquier obra fluvial considere en su plan de diseño aspectos como el movimiento, transporte de sedimentos y toneladas de agua, que no son considerados al momento de hacer estas construcciones.