Vecinos tuvieron pelea con la policía al evitar instalación de puestos

Los vecinos de la calle Ángel Brusco se enfrentaron a la Policía Nacional para  evitar la construcción de módulos de madera para la comercialización de los vendedores del mercado Modelo. Hecho corresponde a la habilitación del plan de contingencia de la construcción del mercado 3 de Octubre. Situación provocó pánico entre los moradores de la zona. Varios fueron intervenidos y otros quedaron heridos.

La madrugada del lunes, un grupo de trabajadores de la municipalidad provincial de Maynas acompañados de funcionarios y sindicalizados a construcción civil de Loreto, tomaron posesión de la cuadra cinco de la calle Ángel Brusco para iniciar la construcción de módulos de madera como plan de contingencia para la obra mejoramiento del mercado 3 de Octubre. Al promediar las 2:00am los vecinos salieron de sus casas para impedir las acciones de la comuna provincial.

Parte de la madrugada intentaron evitar la construcción de los módulos. En varios tramos realizaron piquetes con quema de llantas y concentración de ciudadanos. A través de arengas dieron a conocer su incomodidad. El problema se volvió más serio durante la mañana.

Un camión con listones de madera llegó hasta el lugar,  situación que elevó los ánimos de los vecinos. Una barrera de efectivos policiales impedía que la población pase hasta el espacio donde se construían los módulos. A medida que la construcción avanzaba, los policías obligaban a los manifestantes a retroceder, lo que provocaba empujones entre efectivos y ciudadanos.

La intervención de dos trabajadores de una empresa de la zona, motivaron una pelea de los vecinos quienes usaron palos, cascajos y botellas contra la Policía. La respuesta de los miembros del orden fue de lanzar bombas lacrimógenas y disparó de perdigones, que obligó a los manifestantes a retroceder. El hecho motivó el control total del espacio que permitió la construcción de los módulos.

Los vecinos que se mantenían en sus viviendas y negocios, quedaron atemorizados debido a que afectó la tranquilidad de sus familias quienes no pudieron salir por varios minutos. «Esta es una zona urbana, tengo hijos dentro de mi casa y sus bombas pueden afectar a mis niños. Desde hace tiempo nos encontramos en desacuerdo con la municipalidad,  deberían dejar de insistir y no llegar hasta este punto», dijo una de las vecinas de nombre Julia Arimuya.