Panchito: basura y leche

Panchito: basura y leche

ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel

Entre todos los alcaldes distritales que fueron elegidos en la provincia de Maynas Pancho Sanjurjo ha tenido un inicio tormentoso que fue capeado por el retroceso de los regidores que inclusive llegaron a tramitar su vacancia. La forma cómo solucionó ese problema de la presunta mala utilización de recursos ediles para favorecer al líder de la agrupación que le llevó al triunfo electoral siempre será motivo para la conjetura. Lo cierto es que los regidores no hacen oposición. Pero la última semana ha sido particularmente desastrosa para la imagen de quien todos llaman cariñosamente Panchito. Y todo porque la sombra eterna de los alcaldes comienza a ennegrecer su gestión.

Primero fue la servidora municipal Ana María Rodríguez, quien renunció al área de salubridad aduciendo que la gente vinculada a Herman Pezo le había bajado el dedo por haberse atrevido a inspeccionar el botadero de propiedad del comerciante de basura porque deseaba comprobar la existencia de residuos peligrosos. No la dejaron ingresar al recinto y, según grabación propalada en LVS digital, el mencionado empresario presionó para que dejara de trabajar. El Alcalde ha salido a decir que la señorita renunció “por asuntos personales” y que todo lo dicho no se ajusta a la verdad. La señorita Rodríguez se ha negado a dar más declaraciones. Lo que no significa que se retracte sino que ha preferido portarse como una muda. Está en su derecho. Pero queda grabado que salió porque no la dejaron cumplir con su función.

Luego nos encontramos con un caso más escandaloso porque tiene que ver con el futuro de los niños de San Juan, a los que, me imagino, Panchito quiere alimentar de la mejor manera posible. Los productores de leche fresca han denunciado que en los próximos días se las dejará de lado porque se preferirá comprar leche que –oh, oh, oh, coincidencia- comercializa el empresario Herman Pezo. Aparte que los perjudicará económicamente está el daño alimenticio que hará contra los niños a quienes les condenará para toda la vida. El Alcalde ha dicho a través de interlocutores que no hablará del tema porque ni siquiera se ha convocado al proceso. Esto es puro formalismo.

Porque Panchito Sanjurjo tiene que saber que con los hilos que maneja Pezo no es difícil predecir qué empresa ganará las licitaciones en los rubros de la basura y la leche. Tampoco es difícil predecir qué futuro político le espera si es que opta por hacer caso a quienes solo desean abultar sus cuentas bancarias en perjuicio de los niños de ese distrito. Como creo que Panchito ama a los niños y no está dispuesto a desnutrirlos es que desde esta pequeña tribuna le invoco a que solo piense por un segundo si él como padre daría a sus hijos leche evaporada o fresca. Creo que la respuesta es obvia, como dicen los adolescentes. Si, como es previsible, decide comprar la leche en tarro, sabremos que la nutrición de los niños no es su prioridad y sí favorecer la billetera de quienes no tienen escrúpulos para los negociados. Y habremos perdido el respeto hacia esta autoridad y los niños tendrán que dejar de llamarlo Panchito porque ha preferido otros cariños al de la sonrisa de los infantes bien alimentados de su jurisdicción. Y aquí no se trata que Panchito prefiera a los productores ganaderos o al empresario sino a los niños de su distrito. Tan simple como eso.