Por MIGUEL DONAYRE PINEDO

Una de las instituciones más denostadas en España por la ciudadanía es la Administración de justicia por su lentitud, por su juego de intereses políticos, porque amañan muchas sentencias entre otras muchas retahíla de perlas. Los políticos son cuestionados de muchas maneras, ni que les digo quien ocupa la presidencia de gobierno – recordemos que es un régimen parlamentario. Pero cualquier comentario o crítica a la administración de justicia por no ser justa inmediatamente, los políticos paletos y mediocres salen en su defensa. Nada más absurdo ni menos cierto. La Administración de justicia debe ser fiscalizada por el pueblo, no deberían escudarse en falsos formalismos. La democracia cuando la justicia cojea entra en barrena. La administración de justicia española en un caso de corrupción ha permitido que un acusado ahora acuse al juez Garzón. Con razón la gente entiende menos el lenguaje opaco de esos jueces de medio pelo y que usan toga.