Cuando lo “nuevo” es lo “tradicional”
Moisés Panduro Coral
La transmisión de un interesante programa en el canal de televisión estatal se interrumpe abruptamente e inmediatamente se da paso a una reportera que en vivo y en directo informa sobre la visita que en ese momento realiza la señora Nadine Heredia a uno de los centros de atención del programa social que antes se llamaba Wawa Wasi (Casa de Niños) y que ahora se llama Cuna Más. Está también la ministra de inclusión social que dirige todo un ministerio que antes sólo era el viceministerio de desarrollo social con idénticas funciones, y, están funcionarios enfundados en chalecos de colores rojo y plomo (feos, sinceramente) que reemplazan a los chalecos rojo y blanco que en referencia a los colores de la bandera nacional se usaban en el gobierno del presidente García.
Luego de mostrar las imágenes de la primera dama en afán maternal con los niños, vienen las entrevistas de rigor a las dignatarias que se esmeran en hablar de las bondades de Cuna Más. Por cierto, las bondades de Cuna Más son las mismas que las del Wawa wasi, la diferencia la marcan algunos juegos y el decorado que se han llevado y armado para la ocasión. En el gobierno anterior, funcionaron 8,134 wawawasis de los que 7,967 eran módulos comunales que albergaban a casi 70,000 niños y niñas a cargo de madres cuidadoras que a la par de prodigarles afecto, cuidado y enseñanza, les brindaban alimentación, mientras las madres de los pequeños laboraban en sus actividades diarias.
Naturalmente, al igual que otros programas sociales a los que se les ha cambiado el nombre, Wawawasi requería ampliar la calidad y volumen de su atención, como resultado obvio de las lecciones aprendidas en los años de operación, pero en buena cuenta ¡Cuna Más es el Wawawasi!. No pretendo con esta aseveración desmerecer el denodado trabajo que realizan dos damas, de ninguna manera, pero sí debo decir que no es una novedad el funcionamiento de estos centros de atención, y más bien debo resaltar que el actual gobierno se haya propuesto continuarlos.
Lo que pasa es que a nuestros amigos del gobierno, se les hace muy difícil, les resulta tremendamente complicado, reconocer que lo que están haciendo es continuar las buenas políticas de justicia social que se han implementado y expandido en los cinco años precedentes; por eso, cuando declaran o disertan sobre temas sociales y económicos pareciera que están descubriendo la pólvora en pleno siglo veintiuno. Les hacen coro algunos desinformados que desconocen lo avanzado socialmente en el Perú; hay aquellos que sí conocen, pero no lo dicen para -según dicen- no hacer la patería a los apristas; y hay otros que por pura mala leche simplemente no reconocen nada bueno del gobierno de Alan García, éstos ya no tienen cura.
La reporterita de televisión nacional que antes de “dar paso a estudios” comenta la entrevista a las distinguidas damas, se esfuerza en encontrar la diferencia entre el Wawawasi “tradicional” y el Cuna Más “nuevo”. Por donde se le mire no hay diferencia, pero ella insiste y ya resulta pesadita. Paso a otro canal, y encuentro aquí a dos economistas tratando el tema del “nuevo” Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP). Les escucho comentar sobre las bondades que tendría el “nuevo” SNIP en comparación al SNIP “tradicional”, refiriéndose seguramente a los anuncios del presidente Humala del 28 de julio pasado en el sentido de reducir los plazos de formulación y aprobación de los proyectos de inversión pública (PIP) en el marco del SNIP.
Pero están equivocados de cabo a rabo. El SNIP es el de siempre sólo que ha ido mejorando en el tiempo en cuanto a sus plazos, a sus procedimientos, a sus conceptos, a sus montos autorizados para cada nivel, a las facultades de sus unidades formuladoras y de sus oficinas de programación de inversiones. Cuando trabajé en un gobierno local en 2003 recuerdo haber asistido a una reunión de trabajo en el Ministerio de Economía y Finanzas en el gobierno del presidente Toledo y allí sustenté la necesidad de que el techo del monto para un PIP menor se eleve porque para ejecutar un proyectito mayor a 100,000 soles (un par de aulas, el mejoramiento de una plaza, una cancha de fulbito, etc.) no era necesario hacer todo un estudio de pre inversión que consume recursos, tiempo y paciencia y menos en gobiernos locales donde todavía no se habían desarrollado capacidades en esta materia. Propusimos además que no sea el titular de pliego el que emita la resolución de viabilidad de un proyecto sino el jefe de la oficina de programación e inversiones, entre otras propuestas que fueron aceptadas.
Posteriormente, en el gobierno del presidente García se introdujeron otros aspectos que facilitaron la elaboración y ejecución de proyectos, se incidió muchísimo en la capacitación de los profesionales, se elevaron los techos de los montos de montos de los proyectos, se descentralizaron funciones para la aprobación de los proyectos, y la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) llegó a asignar a cada gobierno regional un monto de 60,000 soles mensuales para que éstos contraten especialistas que ayuden a ganar fluidez a la ejecución de proyectos. Que se hace necesario seguir introduciendo mejoras está bien y hay que aplaudir, pero de allí a decir que hay un SNIP “nuevo” y otro “tradicional” me parece una reverenda bobada.
La señora Nadine Heredia, -que en sus actividades públicas usa un polo “tradicional” de la marca Perú que fue impulsada y establecida como un sello nacional en el gobierno “tradicional” de Alan García para simbolizar la actitud y la calidad que estamos obligados a forjar para difundir al mundo nuestra oferta turística, comercial, industrial, ambiental-, se preguntó alguna vez en su twitter si “tan difícil es caminar derecho” en alusión a las majaderías de Chehade y de su cuñado Alexis antes de que su esposo asuma la función de mandatario de la nación. Parafraseando a nuestra respetada primera dama, la señora Amalia Rojas, expresidenta de un comité de Wawawasi, se preguntaba: ¿Y tan difícil es reconocer las cosas buenas del gobierno de Alan que tienen que inventar eso de “nuevo” y “tradicional” para negar sus logros?.
Sr. aprista estas pagando por un espacio en este periódico? que te permite hablar de tu partido político con tanta libertad como una gran maravilla, que pesa no hay otro premio igual al del río amazonas.
O será que este diario a quien leo todos los días tiene tu misma bandera política.
El gobierno aprista en sus dos gobiernos ha sido propiciador de gran corrupción.
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