Desgañitar, no pensar

Por Miguel Donayre Pinedo

Uno de los déficits de las democracias contemporáneas es la falta de discusión de las ideas y el superávit de los insultos. Es la imposición y explosión de ideas que a nada conlleva. Muchos piensan que cuanto más se desgañitan, se les escucha mejor. Nada menos cierto. Lo que se escucha o lee del movimiento de Tea Party es justamente eso. Es una tremolina de voces infladas de intolerancia, racismo, xenofobia, homofobia y de paso dicen que enarbolan las viejas ideas de América. Tenía otra idea de América, al menos de mi experiencia, de la tolerancia, del respeto a las ideas no a la imposición, a la opción sexual y racial. Pero veo que esa imagen de América va en sentido contrario a lo que pregonan groseramente los integrantes de ese movimiento. Lo que me da más repelús es que en España esos valores sean digeridos sin meditar ni discutir por la derecha conservadora española [quizás sea el delgado legado de cultura democrática que poseen los partidos en la península]. Se traga como viene. Se asume para estar cool, como mandan los tiempos de tormenta. Sin discusión vamos al abismo que no está muy lejos.