Memo ha muerto
ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel
“No me dejes que esta noche soy cobarde,
Estoy desnudo de valor.
Hermano mío”, Miguel Bosé
La primera frase que se me ocurre cuando me comunican que ha fallecido es: “¿Pero cómo eg ejjo”. Tal como él mostraba su asombro fingido ante cualquier confesión de quienes acudían a su negocio para hablar de eso y de otras cosas más. Y recuerdo la letra de una canción: “Suave es el silencio que huele a ti”. Tremenda frase que comparto con los lectores de esta columna porque Memo Silva ha cerrado los ojos y antes de hacerlo ha dicho: “Me estoy muriendo”.
Ha muerto un pequeño empresario. Y mejor que haya sido pequeño porque eso de grandes siempre me suena a petulancia. Además, entre esos grandes, él se movía como pez en el agua pero sabía que no era su mundo. Porque lo suyo era la conversación destemplada con la sonrisa abierta y más sonora aún.
Esta columna está de luto. Duelo. Porque una partida así duele, de verdad. Si hace algunos días nomás estábamos conversando, me dijo uno que lo frecuentaba. A los que le conocieron más que otros, a los que se paseaban por las calles de ciudades lejanas, a aquellos que gozaron más que este columnista sobre sus ocurrencias no he querido preguntarles nada. He preferido hacerme el mudo. Porque así como en “La casa de los espíritus” de Isabel Allende una mujer se queda muda con la infidelidad del “hombre de la casa” he optado por no pronunciar palabras ante el deceso de quien fue, con sus defectos y excesos, una persona que te hacía –o al menos trataba- la vida más agradable.
No me contaba entre sus amigos. No me atrevo a ese exceso. Pero sé que con su presencia las fiestas eran un alboroto sin igual. Cocinaba para quien se lo pidiera con esas manos sazonantes que transformaban al cerdo en bocados exquisitos. La ensalada fría o caliente era otra cosa luego que las verduras de la Costa, Sierra y Selva, pasaran por sus dedos. Y qué decir de los aperitivos. Del vodka con tonic que encargaba a Lima o él mismo lo traía porque solo un bebedor cercano se lo pedía. Y entre sorbo y sorbo, entre bocado y bocado, entre raje y raje, ni siquiera nos dábamos cuenta que se iba la vida.
Quiero recordarle con los dedos en la nariz y la otra mano levantada, simulando un hundimiento en aguas fantasiosas. Porque ese gesto lo repetía cada vez que deseaba ignorar los avatares de esta vida. Con ese ademán quizás trataba de sumergirse en los encantos propios de una vida llena de titubeos.
Desde que me dijeron que había ingresado al hospital, luego a la sala de cuidados intensivos y, finalmente, me comunicaron que un paro cardiaco acabó con su vida, después que una neumonía le llevó a tan fatal descenlace, he recordado como una película sus charlas, sus bailes, sus viajes, su vida. Y, finalmente, se me apareció la imagen de su madre, tan tierna, tan ella, que hoy debe estar sufriendo porque un hijo se le fue y no quiero ni siquiera comparar el dolor que en ella ha provocado esa partida porque, como ya sabemos, los hijos estamos casi preparados para acudir al entierro de los padres pero aquellas que nos trajeron al mundo nunca se prepararán –y es mejor que así sea- para el cortejo fúnebre de los suyos. Amén. Y descansa en paz, Memo, en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo.
Amigo memo, mas de uno disfruto tu presencia en esta tierra, como no acordarnos a pocos dias del reencuentro, cuando pasabas por casi todas las promociones; todo te queriamos tener unos minutos en el grupom porque tu carisma era contagioso y porque no decir(alegrabas y dabas sonrisas) y mucha joda. asi te recordara esta promocion la 92 como el bueno MEMO, alegre-jovial-y porque no decir carismatico.
Se te extrañara mucho aun en cuanta reunion frecuentabas.
Desde esta columna descanza en paz amigo y mucha fortaleza a tu querida madre que fue una persona muy positiva.
Gracias por tus palabras Jaime, es un lindo detalle con un ser humano maravilloso como lo fue nuestro querido Memo….ayer recibí la noticia y sigo impactada, pero ya la vida me ha enseñado a decir en estas circunstancias: «Dios nos lo dió, Dios nos lo quitó, Bendito sea el Nombre de Dios»…..
Memo es uno de las pocas personas que conocí en Iquitos que me hacía sentir orgullosa de su talento, de su personalidad…..Descansa en paz querido primo..
Gracias Memo por tu amistad… te extrañaremos!!!!!!!!!!!!!
MI MAS SENTIDO PESAME A LA FAMILIA DE ESTE GRAN AMIGO, MEMO DESCANSA EN PAZ, TE ADELANTASTE AMIGO, AUN NO PUEDO CREER REALMENTE QUE YA NO ESTES ENTRE NOSOTROS, 🙁
DESCANSA EN PAZ QUERIDO AMIGO MEMO………QUIENES TE CONOCIMOS SENTIMOS TU PARTIDA SIN RETORNO.EL SEÑOR SE APIADE DE TU ALMA.
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