ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel
La nota periodística señala que “fue un día histórico para el Perú y Ecuador. Luego de una larga negociación bilateral realizada en reserva, ambos países fijaron sus límites marítimos mediante un intercambio de notas diplomática idénticas. Es el triunfo del diálogo de ambos países, que corona los esfuerzos de cinco años que hemos desarrollado los gobiernos de los presidentes García y Correa para profundizar el entendimiento y la integración, señaló el canciller José Antonio García Belaunde”.
Tanto entusiasmo gubernamental sólo se justifica porque el logro de la paz y el cierre de la frontera marítima –como en 1998 se hizo con la terrestre- permite planificar el desarrollo de ambos pueblos sin que exista el peligro de conflicto que, como se sabe, hasta los últimos años del siglo pasado era un péndulo que los traficantes de armas y de vidas se empeñaban en balancear frotándose las manos feniciamente. No hay duda que vamos camino a una integración que mostrándonos diferentes no tiene porque ser obstáculo para mejorar la condición de vida de los ciudadanos de ambos países. Alejado el peligro de un conflicto porque una frontera abierta es como una herida sin cicatrizar debe alegrar que tanto peruanos como ecuatorianos hayamos llegado a un límite donde la desconfianza se haya disipado. Y, ojo, que la negociación fue hecha en secreto porque así es como se llega a estos acuerdos para evitar la infidencia.
Es verdad que el ambiente es diferente al que se vivió en los años previos a la firma del tratado de Itamarati. Sobretodo en Iquitos, capital de la región Loreto. Pero después de los años transcurridos es preciso repetir lo que el columnista del diario “La República”; Augusto Álvarez Rodrich ha escrito ayer sobre éste acuerdo marítimo y el terrestre de 1998: “Este acuerdo cierra cualquier duda sobre los límites marítimos con Ecuador, con lo cual se consolida el trascendental pacto establecido a fines de los noventa, durante el gobierno de Alberto Fujimori, y se allana el camino para que la relación entre ambos países continúe afianzándose al margen de que los gobiernos de ambos países coincidan o discrepen sobre sus respectivas visiones del desarrollo. Desde entonces, la relación Perú-Ecuador ha seguido mejorando hasta alcanzar su mejor momento histórico en la actualidad”.
No sólo transcribo todas esas palabras sino me adhiero a ellas porque refleja lo que hace muchos años he pensado y que de alguna forma ha sido ratificado por García y Correa.
TODO LO HIZO FUJIMORI AHORA SE VEE CON BUENOS OJOS. TARDE PARA RECONOCER Q FUE EL MEJOR PRESIDENTE DEL PERU.DERROTO LA INFLACION Y EL TERRORISMO ,Q NOS DEJO BELAUNDE Y ALAN.AHORA QUIEN DIRA ALGO DE OBAMA Q MATO A OSAMA,SALDRAN LOS DDHH PARA ENCARCELAR AL PODEROSO DE EEUU.Q HAGAN LO MISMO LO Q HICIERON CON FUJIMORI.SRES TODA LA POLITICA ECONOMICA SE APLICO CON FUJI Y HASTA HOY VA BIEN .ASI Q LO Q QUEDA A LOS PERUANOS ES AGRADECER A FUJIMORI.EN EL EXTERIOR SE RECONOCE MUCHO LOS LOGROS DE FUJIMORI.
DEBEMOS DE AGRADECER AL EXPRESIDENTE ALBERTO FUJIMORI QUE PUSO FIN A LOS CONFLICTOS, DESDE AQUELLA VEZ NO MAS CONFLICTOS DONDE MURIERON MUCHOS SOLDADOS LORETANOS AHORA NOS ESPERA UN MEJOR FUTURO PARA TODOS Y MAS QUE TODO PARA NUESTROS HIJOS QUE VIVIRAN EN PAZ Y SOLO CON LA UNION EL PERU CRECERA CADA DIA MAS ARRIBA EL PERU.
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