En el boulevard Tacna de Pucallpa, capital de la región Ucayali, luego de varias gestiones, la Municipalidad autorizó la instalación de un tambo literario de venta de libros. Pocas ciudades tienen estos tambos.
Por estos meses, semanas y días, en diferentes municipios y regiones de Perú, se han erigido ferias de libros. Se lee en los diarios y en las redes sociales estos eventos donde el libro, presumo, es el motivo de la celebración; a partir del libro se hacen otros eventos como la presentación de autoras y autores, tertulias y, cómo no, presentación de pequeñas piezas teatrales que incluyen obras para párvulos. En mi estadía en Lima quise ir a la feria promocionada por la Municipalidad de Lima y me fue imposible poder ingresar. Había mucha gente, gran parte eran jóvenes; tuvimos que acogernos, casi de inmediato, a un plan B para no frustrar nuestras expectativas. Cerca de la casa de mis padres estaba la feria del libro de Miraflores a la que acudí varias veces. En el local de la Alianza Francesa de Lima también pude asistir a una feria mucho más reducida de La independiente. Por diferentes medios también he podido ver estos eventos librescos, en la región de San Martín, en diferentes lugares como Tarapoto, Juanjui, entre otros, se promueven estos eventos; ignoro que en Ucayali o Madre de Dios se organicen estas ferias. Quiero pensar que estas ferias de libros responden a una política cultural de los municipios o gobiernos regionales auspiciadores y no sean flor de un día, es decir, que las políticas relacionadas con el libro impliquen, al mismo tiempo, la implementación de bibliotecas, adquisición de textos impresos y virtuales, películas y un largo etcétera. Sin embargo, pesar de estos movimientos a favor de estas exposiciones librescas, se observa que en este lado del palustre, en la Región Loreto para más señas, la dinámica alrededor de los libros sea, por llamarlo de alguna manera, intrascendente, perezosa o invisible ¿Por qué razones?, ¿Se adolece de una posición o política alrededor del libro en el ámbito regional y de los gobiernos locales?, ¿Hay una política diferenciada para las ciudades y otra para los pueblos rurales?, ¿Se han proyectado consolidar o crear más bibliotecas? ¿Hay otras urgencias? Somos una región con serio déficit en la lectura de los libros que es motivo suficiente para elaborar y articular una política alrededor de los libros, bibliotecas, lanchas bibliotecas, pero dan la impresión que van al tuntún.
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