200 Cerbatanas. (Small)

¿Cuánto le durará el artilugio o la payasada al presidente cuando responde sobre temas serios como distractivo social? O, mejor dicho cuánto tiempo ciertos medios nacionales se van a encandilar con estas respuestas y no vana auscultar el fondo de las decisiones de gobierno. O es que en realidad entre broma y broma, consciente o inconscientemente el gobierno está sentando una posición que para muchos es coherente a medidas serias y oportunas y hacen alejar los temores de lobysmo con el que llegó a palacio de gobierno.

Por ejemplo, hace algunos días pasó desapercibida una noticia que podría ser un derrotero para que estas respuestas irónicas como la dada tras la aprobación judicial de entrega de la pastilla del día siguiente diera a los medios generando indignación en las tropas religiosas, sean sólo una anécdota. Porque, valgan verdades, en el gobierno muchas veces no ganan dinero sus representantes haciendo reformas amañadas, a veces ganan más dejando de hacer o simplemente dejando que las cosas pasen sin que los medios y la gente se dé cuenta.

Algo de lo que simplificó Alan García a Jaime Bayli cuando le dijo “que la plata llega sola”. En realidad en el gobierno dejando las cosas cómo están hay mucha gente que gana dinero. No hacer nada es una especie de lobysmo. Otro ejemplo era el de las AFPS. El gobierno anterior prometió reformarlas, en mítines electorales despotricaba de ellas, pero ya en el gobierno en realidad ni las atacó ni las promovió. Digamos que dejando el statuo quo fue beneficioso para ellos y para eso el aceite funciona bien. Mientras no se mueve el piso de lo que los comunistas llaman “estructuras”, no pasa nada.

Pero a lo que íbamos. PPK le ha dicho un no (jodas) rotundo a Gramercy. Una empresa pendenciera que compra bonos de la reforma agraria (esa que sucedió con Velasco) a precio ganga y que, presionando internacionalmente, logra que los gobiernos frágiles les paguen. Obviamente a precios de cinco veces más del monto original, con lo que hacen el negocio de su vida. El presidente les ha dicho textualmente. “Vamos a ver el tema cuando surja. Ellos han contratado lobistas y están haciendo un gran alboroto. Y nosotros no somos estúpidos. Sabemos qué hacer. Vamos a hacernos cargo si es necesario”.

Es decir le paró el macho a unos lobistas. Un trucho gobierno envuelto en un discurso de respetar a los expropiados diría que esos montos tienen que pagarse, obviamente cobrando millones de por medio, seguramente a travez de terceros. Eso, más un coro de aplausos de medios que aplaudirían el hecho que consolida la democracia, bla, bla, bla, nadie hubiera levantado la voz. Este hecho hace pensar que PPK tiene las cosas claras, al menos hasta el momento.

Quiero creer que es la vejez. Alguien a su edad quiere obtener cierta gloria y un espacio en la historia de su país. No necesita más dinero, no tiene tampoco un partido político a quien dejar un caudal político y, si es sensible, como dicen que es, seguro que los temas planteados como primordiales en el Congreso tras el voto de confianza se van a cristalizar más temprano que tarde. No vale la pena soñar que un gobierno de derecha sea capturado en parte hacia el centro.

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