Mi amigo Manel luego de varios lustros en Madrid ha vuelto a Valparaíso, Quilpué. Nos conocimos en su consulta de dentista, por la estación de Príncipe Pío, y desde aquel encuentro empezamos nuestras tertulias acompañadas de vinos y de la cena preparada por él, el sabor a pebre nunca lo olvidaré. Es muy generoso aunque lo estuviera pasando muy mal. Había comida hasta para la persona que pensara diametralmente opuesta a él. Era una generosidad para aprender en este exilio. En esas tertulias aprendí mucho de su vida y su indignación por la injusticia. En cierto modo compartíamos nuestro descontento por la manera de hacer política de los que deben hacerlo. Una de sus pasiones son el tango y la milonga, le encanta los tangos clásicos y me demostraba como bailaba con gran deleite. Soy patoso por eso miraba, con envidia sana, como él se movía con cierta plasticidad a lo largo y ancho del suelo. Su rostro se llenaba de felicidad. Es más, antes de volver a Chile, él fue a bailar con sus amigos del tango, tengo un testimonio gráfico como prueba. Su otra pasión eran los vinos, es más se metió a un curso de vinos y catas para degustar mejor a este licor, un sibarita. Entre sus virtudes también está su irredenta posición por la vida honesta y la sencillez. Su actitud me recordaba al filósofo Baruch Spinoza, callado, meditando y dedicándose a su oficio con mucha entrega. Spinoza pulía cristales y moraba en una austera habitación escribiendo sus opúsculos filosóficos. Mi amigo Manel huía de los pleitos y demás líos. Es más, Manel cumplía escrupulosamente la ley. Se afligía sí hubiera previsto una infracción por alguna conducta fuera de esta. El quiere estar en paz consigo mismo y con los demás, que no lo molesten. Cuando podíamos también íbamos a jugar al tenis. Eran momentos de sano ocio y luego a platicar de lo que estamos pasando. Se fue Manel para Chile, hemos quedado en encontrarnos y juntar las coordenadas geográficas. Sus preocupaciones era la vuelta ¿Cómo encontrará a su país de origen?, ¿se adaptará,  otra vez, con facilidad? Se fue Manel llevando de equipaje una solo maleta y con la discreción de siempre.

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