La TV

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ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel

Uno lee –y ve- al nuevo jale periodístico de América Televisión y tiene que exclamar: las noticias tienen rostro de belleza y aquello mezclada con inteligencia ya adquiere connotaciones internacionales. Y cuando Clara Elvira confiesa que lo más interesante del periodismo es “conseguir noticias, poner luz donde hay sombra. El periodismo está hecho para descubrir lo que los protagonistas de la noticia no quieren que se sepa. A mí lo que me gusta es ganarle a la competencia. Yo dejé RCN no solo en el primer lugar del ráting, sino en prestigio y reconocimiento”.

Y Clara Elvira tenía en Colombia un programa llamado “Tiempo de leer”. En él animaba a los televidentes a la lectura. “Espero poder traer mi experiencia en eso y mi pasión por la lectura y que le demos un cambio a las posibilidades intelectuales de la televisión”, ha dicho en una entrevista a elcomercio.pe. Y como para decirnos desde tierras caribeñas que no hay periodista (bueno, se entiende) que no tenga pasión por la lectura en esa misma entrevista afirmó “Yo creo que el problema de la promoción de la lectura es que la gente cree que hay que recomendar clásicos, en la televisión, que es tan masiva, lo que necesitamos es decirle a la gente que lea; lo que quieran, pero que lean. Hay que inocularles el bicho de la lectura”.

Y al releer estas declaraciones uno no tiene más que rendirse a los pies de quien cree –seguramente como muchos colegas loretanos y nacionales- que solo la lectura salvará a este país. Solo la lectura nos llevará a la condición –hoy lejana- de convertirnos en ciudadanos. Así, a secas.

Ojalá que los aires que Clara Elvira quiere impregnar a la pantalla peruana –por lo menos desde uno de los canales más importantes- nos lleve a comprender que la caja boba no tiene por qué embobarnos. Uno tiene que resistirse a aceptar que la televisión se ha inventado para llevarnos al primitivismo y a la palabra fácil. Insustancial. Como parecen empeñarnos en convencernos las decenas de personajes que confunden radio con teve y aparecen –horrible, oye- sesenta minutos porque tienen la suerte –mala suerte para los televidentes- que empresarios de la televisión han optado por la garganta barata. Que es solo comparable a poner al gato de despensero.

Leer –y seguramente ver- a Clara Elvira con ese tonito colombiano –solo comparable al de las loretanas, por si acaso- será un privilegio y nos alejará de ese chauvinismo que tanto daño nos hace y nos llevará a comprender que los periodistas podemos trabajar en cualquier geografía si tenemos la humildad como condición principal.

Claro, está la piedra en el zapato que los empresarios que manejan dicha televisora han prescindido de los servicios de periodistas peruanos cuya capacidad y prestigio está a la misma altura de la colombiana. Pero eso es cuestión de empresarios, merienda de negros que le llaman y que es harina de otro costal.