La capital de nuestra región ocupa el primer lugar en inflación a nivel nacional en los primeros 5 meses del presente año (duplicando el promedio nacional); convirtiéndola en la ciudad más cara del país y probablemente de Latinoamérica. Alimentarse tiene un costo, y en la Región Loreto es elemental contar con S/ 1,376; que es el costo promedio mensual de una familia de 4 miembros, para poder acceder a la canasta básica de alimentos. En ese contexto, los especialistas señalan que ha pesar de ello la canasta no logra ser del todo cubierta. Ya que con esa suma de dinero “NO” se incluye transporte y comunicaciones, vivienda y servicios básicos, muebles y enseres, educación, salud, esparcimiento, etc. Y además parte de ello tiene que ver no solo con los ingresos que las personas reciben sino también con el alza de precios que se ha reportado en algunos alimentos producto de la “Ley No 30897”.

Solo en el primer trimestre de este año, de los 532 productos que componen la canasta familiar, 357 subieron de precio, 153 productos no mostraron variación y tan solo 22 bajaron, de modo que queda para el análisis la evolución que la canasta básica ha tenido durante lo que va del año 2019; ya resulta difícil que las personas puedan lograr asumir al 100% la cobertura de la misma. La canasta básica de alimentos depende siempre de la cantidad de ingresos o recursos que necesita una familia para poder satisfacer sus necesidades básicas, y en la Región Loreto aproximadamente se encuentra en los S/332 y S/344 per-Capita mensuales por persona, y que posiblemente ya se acerque a los S/350. El 36,2% de la población de Loreto se encuentra en extrema pobreza. El 56.7% de la población en pobreza. Y solo el 7.1% puede acceder mediamente a un ingreso decente. Así, se estima que del 90% de la población de Loreto vive hoy por debajo de la línea de pobreza (monto considerado insuficiente por el INEI para acceder a una canasta básica de consumo). Sin duda, la estimación de la pobreza monetaria es exigua para capturar todo el espectro de lo que significa tener condiciones de vida inadecuadas. Brechas de saneamiento, de conectividad, de educación, de seguridad y varias otras limitan el proyecto de vida de miles de Loretanos y no pueden ser fácilmente convertidas a gasto en soles. Eso no significa, no obstante, que el indicador de pobreza monetaria sea irrelevante: después de todo, revela mejor que ninguno la capacidad que tienen las familias de acceder a los bienes del mercado, desde comida hasta transporte o vestimenta.

“La canasta básica” efectivamente se ha ido incrementando en los últimos años, y de cierto modo guarda relación con la Remuneración Mínima Vital (RMV) que actualmente es de S/930, monto que en algunos casos no permite acceder a la canasta básica si consideramos que en nuestra región, en promedio en una familia de cuatro integrantes solo uno de ellos es el que trabaja”, es por ello que se puede decir que la relación que hay entre la canasta básica y el costo de vida de las personas es un tema fundamental que tiene que ser atendido. En ese sentido, mencionó que en una comparación entre salario mínimo y canasta básica en Loreto que realizó el “Instituto Peruano de Economía” (IPE), nosotros nos encontramos exactamente en la cola de las 25 regiones del Peru. Existiendo una brecha estimada en un poco más del 50%, con respecto al promedio nacional.

La entrada en vigencia a partir del 1ro de enero de este año de la “Ley No 30897 – LEY DE PROMOCIÓN DE LA INVERSIÓN Y DESARROLLO DEL DEPARTAMENTO DE LORETO”. La cual se suponía; al menos en teoría. Que esta norma debería generar todo un “CÍRCULO VIRTUOSO” dentro de nuestra economía al promover el incremento de la inversión pública y el desarrollo de la inversión privada, sin embargo ha producido el efecto contrario; Alza de precios en todos los sectores (bienes y servicios), desempleo, mayor pobreza, desnutrición, etc, etc. Por ello resulta urgente y necesario que los técnicos realicen un análisis serio de las consecuencias de esta ley y propongan medidas acordes con nuestra realidad y de esta forma poder intentar relanzar nuestra economía. Y eso se podría lograr justamente, con ver cómo hacemos para que los sectores de menores ingresos puedan ampliar sus recursos ya sea a través de mecanismos como subsidios temporales o generación de empleo popular. Estos sectores pueden generar mayores oportunidades de negocio. Lamentablemente eso no se está viendo ahora y preocupa mucho cómo la pérdida de poder adquisitivo, en los últimos

meses, no ha sido compensada debidamente y eso tiene un impacto a nivel social y a nivel económico. Peor aún, cuando los cuatros principales sectores de nuestra economía están fuertemente afectados (Hidrocarburos, Forestal, Turismo y Construcción); más aún, si se tiene en cuenta que la pobreza es un fenómeno multidimensional que considera varios aspectos, además del monetario, y que en lo que respecta a la canasta básica de Loreto, “tal vez” solo podría ser cubierta si dos personas de un mismo núcleo familiar trabajan, ya que con una sola persona recibiendo el sueldo mínimo es poco probable. Hay muchas necesidades básicas insatisfechas. Existe un debate entre sueldo mínimo y la canasta básica. Por eso digo que “tal vez” si dos personas de un hogar trabajaran la canasta podría ser cubierta, de lo contrario es muy difícil. Pero los empleos, no obstante, no se crean en el vacío. Son consecuencia del movimiento económico de la región y de la inversión privada que le da impulso. Lo único cierto es que el empleo cayó dramáticamente en los últimos 4 años. Actualmente solo el 9.7% de la «PEA» de Loreto tiene empleo estable, sub-empleada 55.4% y desempleada el 34.9%…SON NÚMEROS QUE ASUSTAN…Tomando en cuenta el crecimiento demográfico de la población en 1%; Loreto perdió la oportunidad de usar el bono demográfico como palanca de crecimiento. Además somos la única de las 25 regiones del Perú que no creció en los últimos 10 años (-1.2% en el periodo 2009-2018).

Más del 60% de la población de Iquitos no puede acceder a una buena canasta básica. Hemos visto que el mínimo vital no cubre ni la mitad de las necesidades básicas de un hogar de cuatro miembros. Además en los últimos meses, los alimentos se han incrementado por las razones ya descritas, a pesar de no estar ajenos a presiones inflacionarias por los vaivenes del mercado internacional de este rubro. Eso nos lleva a afirmar que requerimos “inversión” de manera urgente que reactive nuestra economía, sean estas nacionales o extranjeros para implementar proyectos de inversión a corto plazo. Aquí entran en juego dos variables: por un lado, la necesidad de un marco jurídico estable y predecible para disminuir la incertidumbre; y como “NO” lo tenemos, hace que los inversionistas posterguen sus decisiones. Por otro lado, se requiere de financiamiento, es decir, dinero fresco para hacer empresa. Estas dos condiciones no son simples ni rápidas de lograr; más aún en un contexto regional “mediocre” que nos espera para 2019. No olvidemos que no existe región alguna que haya podido crecer de manera sostenible sin aumentar la inversión privada. Mientras tanto, aumentar la eficacia y eficiencia de los programas sociales es clave. Es decir la buena utilización del “fideicomiso” y un control adecuado sobre “La Calidad del Gasto”. El GOREL tiene la palabra. Si no pagaremos el precio de haber hecho una reforma en el momento más inoportuno. Me estoy refiriendo concretamente a la “Ley No 30897”. Y la complacencia nos pasara la factura¡¡¡