Hispania (III) 

Por Miguel DONAYRE PINEDO

En la actual vida política española hay orfandad de líderes políticos de cara a situaciones serias que requieren decisiones muy inteligentes. Pero esta, la inteligencia, está ausente. No es habida, como suena un aforismo forense. Una de esas líderes tan obstinadas y falta de sensibilidad es una líder conservadora que ha recibido las flores y loas del Premio Nobel peruano [¿por qué la genuflexión del peruano universal?]. Esta señora entre las anécdotas que cuentas sobre ella pensó que Saramago era una bailarina de flamenco ¿?. Llamó hijoputa a uno de sus rivales de su propio partido ante las cámaras de televisión. La calidad de la educación en la región deja mucho que desear a igual que el derecho a la salud, y venga, el Premio Nobel no para de hacerle empalagosos panegíricos y nadie lo entiende ¿De que país habla él? Quiso aplicar la pena de muerte contra los arquitectos por hacer malas obras de acuerdo a su estética y luego tuvo que pedir perdón públicamente. Un hecho que la retrata de cuerpo entero a la benefactora de las lisonjas del Nobel, es el uso de la televisión autonómica, que a través de ella se concreta el derecho de información y de la libertad de expresión, y de acuerdo a la Constitución española se debe garantizar la pluralidad política. Esta señora con el narciso en el cuerpo ha distorsionado lo que son estos derechos y deberes. En ese canal autonómico hay una brutal manipulación de la información y se limita la libertad de expresión, felizmente que es liberal y católica sino la cuestión hubiera sido peor. Ese noticiero no lo ve ni Rita la Cantadora, como dicen por aquí. Es de una calidad pésima. Por eso llama la atención las alabanzas del Nobel. Así andamos por las tierras de Sancho Panza, con pocas ideas y muchos halagos.