En nuestra ciudad existe déficit de árboles y el Parque Zonal va camino a convertirse en un desierto, donde poco a poco se acumula basura.

Varios arbustos de este centro recreacional fueron talados de manera indiscriminadamente sin que fueran restituidos. El tronco de varios árboles denota que no se preocuparon siquiera por regarlos.

Además, los más pequeños utilizan los juegos infantiles que están calentados por los rayos del sol, dado que no hay sombra que los proteja. Pero lo más preocupantes es un poste de metal caído y oxidado que significa un peligro para todo aquel que se acerque.