FUMIGADOR MUERE ENVENENADO
La víctima hizo tres paros cardiacos y en el último no pudieron reanimarlo.
Su experiencia lo defraudó. Se trata de Carlos Humberto Aranibar Palacios de 55 años, conocido en Iquitos por fumigar inmuebles y negocios, esta vez su experiencia no le sirvió de nada. Sin que se diera cuenta murió con el propio veneno que utilizaba para matar insectos.
Aranibar Palacios, la mañana del domingo, confiado de que nada le iba a pasar, aceptó el trabajo que le había encomendado su amigo, el empresario Darwin Collazos Fuentes, propietario del Hospedaje “Cobertizo”, ubicado en calle Ricardo Palma Nº 1140. A la media hora de haber fumigado parte del local, Aranibar empezó a sentir mareos y su presión bajó, le dijo a Collazos que se sentía mal y que descansaría para luego continuar con su trabajo.
“Carlos se desmayo en mi delante. Después de haber fumigado el interior de mi hospedaje, salimos para indicarle que parte de mi fachada tenía que continuar, fueron cinco minutos que lo vi fumigando, después cambió de semblante, se sentó en el muro de mi jardín, me dijo que iba a descansar porque tenía mareos y dolor de cabeza, de un momento a otro se desmayó, no sabía que hacer, a mi trabajador le dije que trajera alcohol para que reaccione, le dimos aire, pero nada, empezó a sudar frío y no tenía otra salida que embarcarle en un motocarro con dirección al hospital”, dijo el empresario que estuvo hasta el último a lado de la víctima, además preciso que Aranibar, tenía experiencia en fumigación y que cada dos meses lo contrataba para que fumigue sus negocios.
SI MURIO CON SU PROPIO VENENO ENTONCES NO ERA EXPERIMENTADO. LA CULPA ES QUIEN LO CONTRATO POR INFORMAL YA QUE DEBIO CONTAR CON LA INDUMENTARIA APROPIADA Y LA PROTECCIÓN CON MÁSCARA Y LENTES COMO LOS TRABAJADORES DE SALUD. POR LO MENOS DEBERA COLABORAR CON EL FÉRETRO.
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